Presentan cargos contra miembros de pandilla Bloods en Long Island

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La fiscalía federal del distrito Este de Nueva York presentó hoy 14 cargos contra cuatro presuntos miembros de la pandilla Bloods y otros vinculados con ese grupo por crimen organizado, conspirar para asesinar rivales y para distribuir drogas, por intento de robo y por violar la ley de armas.

Dos de ellos, los hermanos Jermaine y Johnny Green, fueron arrestados hoy, mientras que Tysaan Robinson estaba ya en una prisión del Estado y Tyshawn Robinson permanece fugitivo.

De acuerdo con la acusación, entre 2008 y 2016, los acusados, junto con otros miembros y asociados a la Bloods en la localidad de Roosevelt en Long Island -que enfrenta la violencia de varios grupos- condujeron una violenta guerra contra la pandilla rival Crips.

Agrega que los Bloods, armados con un arsenal que incluía fusiles AK-47, rifles y pistolas, estuvieron involucrados en docenas de tiroteos, que tenían como blanco a los Crips en las calles residenciales de Roosevelt.

Para financiar sus actividades, los acusados se involucraron en robos y contrabando de drogas a gran escala, indica además la acusación, de acuerdo con un comunicado de la fiscalía federal.

Indicó además que en otra investigación relacionada con este caso, entre 2014 y 2017, procesaron a 20 miembros de la Rollin’ 60s Crips, la pandilla rival de los Bloods en Roosevelt, por delitos que incluyeron crimen organizado, asesinato, robo y tráfico de drogas, entre otros.

El líder de esta organización, Raphael Osborne, recibió una condena de tres cadenas perpetuas en 2016.

«Como se alega, las acciones de estos pandilleros pusieron en peligro la seguridad de la comunidad de Roosevelt y docenas de vidas en riesgo», dijo la fiscal federal interina, Bridget M. Rohde.

Long Island se ha visto afectada además por la violencia de la pandilla Mara Salvatrucha, a los que las autoridades responsabilizan de 17 asesinatos en el último año y medio en el condado neoyorquino de Suffolk.

El Gobierno, encabezado por el presidente Donald Trump y el secretario de Justicia Jeff Sessions, ha declarado una guerra contra esos grupos.