Nueva York amplía estado de emergencia por crisis migratoria entre protestas vecinales

Nueva York amplía estado de emergencia por crisis migratoria entre protestas vecinales
En el último año aumentó la llegada de inmigrantes hispanos en busca de asilo. Foto: EFE/Juan Manuel Blanco

El estado de Nueva York ha ampliado el estado de emergencia por la crisis migratoria, lo que le permitirá utilizar más fondos públicos para dar albergue y asistencia humanitaria a los recién llegados, mientras comienzan a aflorar las primeras reacciones de algunas comunidades locales en contra de su acogida.

La gobernadora estatal, Kathy Hochul, amplió la emergencia el viernes tras pedir al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que el gobierno federal se implique en la crisis, sobre todo facilitando permisos de trabajo a los solicitantes de asilo, a lo que la Casa Blanca respondió justificándose por una falta de «acción» del Congreso.

En los últimos quince meses han llegado a Nueva York más de 100.000 inmigrantes que las autoridades denominan solicitantes de asilo, sobre todo a la Gran Manzana, que tiene la obligación por ley de acogerlos, lo que ha saturado el sistema público de albergues y llevado a acomodarlos en decenas de espacios temporales.

En total, se han abierto más de 200 alojamientos improvisados, que incluyen 15 centros de ayuda humanitaria.

Pero algunos espacios convertidos en refugios, que van desde hoteles hasta gimnasios escolares, han generado resistencias en sus comunidades, la más reciente en el condado de Staten Island, que ha denunciado a la administración local de Nueva York para evitar que una antigua escuela en desuso se convierta en refugio temporal.

Según medios locales, hubo tres detenidos en una protesta vecinal contra el uso de la antigua escuela St. John Villa Academy como albergue para un grupo de inmigrantes que ya habían empezado a ser trasladados allí por la administración, y que son familias y mujeres solteras.

El presidente de Staten Island, Vito Fossella, republicano, anunció una demanda contra la ciudad y un juez falló a su favor, prohibiendo que la administración pueda usar ese espacio como refugio las próximas dos semanas pese a que es de su propiedad desde 2018, según recoge el canal ABC7.

Uno de los mayores problemas en la crisis migratoria es la lentitud con la que los recién llegados están procesando sus solicitudes de asilo -que toman varios meses-, lo que retrasa su búsqueda de empleo legal, por lo que tanto el estado como la ciudad han anunciado inversiones para asistir a estas personas en la burocracia correspondiente.

En medio de esta delicada situación, la gobernadora Hochul anunció un programa para conectar solicitantes de asilo que ya tienen permiso de trabajo federal y oportunidades de empleo, todos los solicitantes de asilo con autorización de trabajo en Nueva York ahora pueden registrarse para recibir asistencia en este enlace.

Asimismo hay un portal web para que las empresas indiquen al estado si están abiertas a contratar a los recién llegados.

 

Nueva York amplía estado de emergencia por crisis migratoria entre protestas vecinales
Gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul. Foto: EFE/ Don Pollard / Gobernación de Nueva York

 

Piden ayuda a Biden

 

La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, envió una carta al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidiendo que el Gobierno federal «cumpla su obligación» y preste ayuda «urgente» en la crisis desatada por la llegada masiva de inmigrantes en los últimos meses.

Hochul, sometida a críticas por su aparente inacción mientras la ciudad de Nueva York afronta la crisis -más de 100.0000 inmigrantes llegados en año y medio- levanta ahora el tono en una misiva formal a la Casa Blanca con exigencias: que aceleren los permisos de trabajo para los solicitantes de asilo, una mayor asistencia financiera y reembolso de ciertos gastos, además espacios que sirvan como albergues.

Entre otras cosas, propuso acciones ejecutivas como dar el Estatus temporal de protección (TPS) específicamente a solicitantes de Venezuela y permisos por motivos humanitarios a los de otros países.

También agradeció los fondos federales de 145 millones de dólares recibidos, pero destacó que se quedan cortos cuando los altos costes en los que están incurriendo el estado y la ciudad hacen proyectar un gasto de 4.500 millones el año que viene, y 12.000 millones en total hasta 2025, mientras baja la recaudación fiscal.

Solo en el despliegue de operativos de la Guardia Nacional para la respuesta humanitaria, el estado está gastando 22 millones mensuales, que según Hochul debería asumir el Gobierno federal.

La llegada de más de 100.000 inmigrantes en el último año sigue a un ritmo «alto e imparable», de cientos y hasta miles por semana, dijo, por lo que «el Gobierno federal debe trabajar con la ciudad y el estado (de Nueva York) en la gestión de esta crisis humanitaria», ya que hay una «necesidad urgente», exhortó.

Según ella, la administración estatal y la local, aseguró que se están «desplegando todos los recursos y personal disponibles» pero matizó que «sin ninguna capacidad o responsabilidad para abordar la causa del flujo de inmigrantes, los neoyorquinos no pueden entonces cargar con los costes».

«No puedo pedir a los neoyorquinos pagar por lo que fundamentalmente es responsabilidad federal, e insto al Gobierno federal a tomar acción rápida y significativa hoy para cumplir su obligación con el estado de Nueva York», sentenció.

La presión de la gobernadora a Washington llega cuando parecen estar bajando su popularidad y la del alcalde, Eric Adams, por su respuesta en la crisis migratoria, un tema en el que la Alcaldía ha redoblado esfuerzos de comunicación para intentar transmitir el trabajo que se está haciendo.

Dos organizaciones involucradas en la ayuda a los inmigrantes, The Legal Aid Society y Coalition for the Homeless, respaldaron la llamada de Hochul a Biden, al tiempo que denunciaron el «bloqueo político en Washington que obstaculiza una solución nacional».

Pero insistieron en la responsabilidad de la propia Hochul: «Se necesita urgentemente más ayuda del estado para evitar que la gente se quede languideciendo en las calles, ya que las provisiones constitucionales en las que se basa el derecho a refugio se aplican al estado igual que a la ciudad».