Espectacular arranque de «No tengo nada» de Alejandro Sanz

Tras la exitosa premier global a través de YouTube a finales del año pasado, No Tengo Nada superó la barrera de los 12 millones de views en tan solo tres días, alcanzando la 7ª posición en la lista de videos más vistos en el mundo durante el fin de semana de su lanzamiento.

Además, No Tengo Nada ha conseguido el número 1 en 10 países. Un arranque absolutamente estelar para una de las canciones más esperadas del año. No tengo nada, el primer single de Alejandro Sanz anticipo de su nuevo álbum que se publicará este 2019, ofrece un extraordinario ejercicio de tensión poética en la plenitud expresiva de su carrera. De mensaje profundo, pero al mismo tiempo con calado universal, No tengo nada aborda esa inalcanzable obsesión del ser humano por poseer cosas cuando, en ese empeño, no es dueño de nada. Porque bien pensado, ¿de qué somos dueños en realidad?

No tengo nada aúna la vertiente lírica y la épica. La imaginería de Alejandro Sanz configura un constante destello de invención, sentimiento y emoción, síntesis de las herramientas esenciales que levantan y construyen sus canciones. No tengo nada es una canción grande, pero al mismo tiempo respira y transmite el trabajo del artesano que trabaja con las manos.

No tengo nada cuenta con la producción de Julio Reyes Copello (con quién ya trabajara en el álbum La música no se toca en 2012), Alfonso Pérez (músico que lleva acompañando a Alejandro en gira desde 1997), y el propio Sanz.

Grabado entre los meses de marzo y octubre de 2018, en los Art House Studios y Mow Studios en Miami, FL, el sencillo incluye un exquisito arreglo de cuerdas escrito por Julio Reyes y Alfonso Pérez e interpretado en la canción por The City of PraguePhilharmonic Orchestra, hoy por hoy la mejor orquesta filarmónica del mundo.

El videoclip que acompaña el lanzamiento del sencillo es obra del realizador Jaume de Laiguana. Rodado en Miami, presenta una fotografía deliciosa, ofrece una estética próxima a los encuadres cinematográficos de Hitchcock, y en sus colores, muestra las influencias del realismo urbano norteamericano de sus personajes, que escapan desvaneciéndose de forma sosegada desde los mismos marcos de un cuadro de Hopper.

 

Notas relacionadas: Ana Claudia Talancón revela los secretos de su cellular