Mi historia no es fruto del azar, sino del destino. Como tantos neoyorquinos, mi vida se ha tejido a través de los cinco distritos. Nací en Manhattan, crecí en el Bronx y desarrollé mi carrera en Brooklyn. Ahora, al servir a las madres de Far Rockaway, aporto más de 20 años de experiencia como obstetra-ginecóloga y una vida entera comprendiendo la complejidad y la belleza de las mujeres y familias de esta ciudad.
Además, traigo conmigo una experiencia profundamente personal: a pesar de mi formación clínica y mi acceso a la atención médica, yo también experimenté una mayor morbilidad durante mi propio embarazo. He vivido ambos roles, el de profesional de la salud y el de paciente, y entiendo, ahora más que nunca, lo frágil y sagrado que puede ser el camino hacia la maternidad. Esa vivencia profundizó mi empatía y agudizó mi determinación para asegurar que ninguna mujer sufra daños prevenibles durante el parto, especialmente no debido a su lugar de residencia o a la falta de recursos.
Este Día de la Madre, no solo reflexiono sobre mi trayectoria personal, sino también sobre la urgente necesidad de mejorar los resultados de salud materna para las mujeres en toda la Península de Rockaway. En Episcopal Health Services, estamos afrontando este desafío de frente. Nos enorgullece anunciar la
próxima apertura de nuestra nueva y vanguardista Unidad de Trabajo de Parto, Parto, Recuperación y Postparto (LDRP) en el Hospital Episcopal St. John’s, brindando atención de maternidad compasiva, de alta calidad y centrada en la familia a una región que durante mucho tiempo ha necesitado más.
Nuestra inversión en esta unidad LDRP va más allá de la infraestructura. Se trata de transformar vidas. Nuestro enfoque integra atención informada sobre el trauma, apoyo de doulas, servicios de salud mental y modelos culturalmente sensibles arraigados en la dignidad y el respeto. Estamos construyendo sistemas que escuchan a las mujeres, honran sus voces y reconocen los determinantes sociales que afectan su salud.
Far Rockaway no merece menos que la excelencia. Y nuestras madres —que son el cimiento de las familias y las comunidades— merecen una atención que priorice su seguridad, su autonomía y su humanidad. Mi compromiso, tanto profesional como personal, es luchar por ello cada día. Como dijo una vez San Juan Pablo II, “El futuro de la humanidad pasa por la familia”. Cuidando de nuestras madres, fortalecemos nuestras comunidades y construimos un futuro más saludable y justo para todos.
Dra. Jacqueline Marecheau, MD, FACOG
Presidenta del Departamento de Obstetricia y Ginecología
Hospital Episcopal St. John’s
Episcopal Health Services, Inc.