Milagro en NY: Sobreviviente Indocumentada de Violencia Doméstica Encuentra Refugio en New Destiny Housing

Violencia Doméstica
Consuelo, madre, inmigrante y sobreviviente de violencia doméstica, cuenta cómo, gracias a la conexión con New Destiny Housing, pudo salir del albergue y encontrar un hogar seguro para ella y sus tres hijos.
Imagen cortesía de New Destiny Housing

En medio de la lucha de la ciudad de Nueva York por atender el flujo sin precedentes de migrantes, un grupo vulnerable a menudo queda rezagado: los sobrevivientes de violencia doméstica.

En esta temporada festiva, la organización sin fines de lucro New Destiny Housing, emerge como un faro de esperanza para sobrevivientes migrantes que han enfrentado desafíos monumentales en su búsqueda de vivienda y estabilidad, como es el caso de Consuelo Rodríguez.

“Somos la única entidad en la ciudad de Nueva York que se enfoca solamente en la solución de viviendas permanentes para las víctimas de violencia doméstica”, indicó Gabriela Sandoval Requena, Directora de Comunicaciones y Relaciones Gubernamentales de New Destiny Housing, quien supervisa la defensa y comunicaciones de la organización con sede en Nueva York. “Consuelo es una de las inquilinas de uno de nuestros edificios más nuevos en El Bronx. Ella fue conectada por medio de un trabajador del albergue”.

Los sobrevivientes de violencia doméstica, especialmente inmigrantes indocumentados, a menudo se enfrentan a obstáculos abrumadores para obtener vivienda y permisos de trabajo legales en los Estados Unidos. Consuelo, madre, inmigrante y sobreviviente de violencia doméstica, cuenta cómo, gracias a la conexión con New Destiny Housing, pudo salir del albergue y encontrar un hogar seguro para ella y sus tres hijos.

“El día menos esperado me dieron la sorpresa de que había sido aceptada, y lo más sorprendente con ellos, es que a pesar de que mi cheque era demasiado bajo, me dijeron que era para dos recamaras, ellos me dieron la bendición de tener un departamento de tres recamaras. Me sentí demasiado bendecida” dijo la originaria de Cuautla, México.

Después de experimentar violencia doméstica y ser obligada a vivir en un refugio de la ciudad durante casi tres años porque su estatus migratorio le impedía encontrar vivienda, le informaron a Consuelo que podía solicitar vivienda en uno de los desarrollos de New Destiny, donde ha vivido durante un año.

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Después de experimentar violencia doméstica y ser obligada a vivir en un refugio de la ciudad durante casi tres años porque su estatus migratorio le impedía encontrar vivienda, le informaron a Consuelo que podía solicitar vivienda en uno de los desarrollos de New Destiny, donde ha vivido durante un año.Imagen cortesía de New Destiny Housing

Aunque ya encontró alojamiento, aún está esperando su visa, un paso necesario para reconstruir su vida.

“No hay muchos recursos para asociaciones. (…) muchas personas que estamos en espera de un departamento en el albergue no se dan abasto para poder dar la ayuda a todos”, explicó Consuelo. “Otra dificultad que pase en lo personal es mi estatus migratorio, junto con mi hija, que las dos somos indocumentadas y para el apoyo no nos cuentan, solo por mis dos hijos que son ciudadanos. La ayuda prácticamente fue por ellos nada más y el cheque es muy bajo y no era apto para la renta de un departamento”.

Sandoval explicó que en el caso de Consuelo, al no tener un estatus migratorio que las calificara a ella y su hija, la asistencia financiera era solo del 50 por ciento por los dos hijos menores nacidos aquí, lo cual no era suficiente para cubrir un alquiler.

“En todos nuestros edificios, los inquilinos pagan no más del 30 por ciento de su ingreso en alquiler. La persona no paga nada si no tiene ingresos”, aclaró.

Fundada en 1994, New Destiny Housing trabaja para ayudar a los sobrevivientes a reconstruir sus vidas y romper el ciclo de la violencia doméstica.

“Estaba en una relación que no era nada sana”, contó Consuelo sobre su experiencia de violencia doméstica. “Había agresión física, psicológica y emocional, tanto para mis hijos como para mí. Resistimos mucho tiempo por el miedo, pero también por la falta de información. Honestamente como mujer, cuando ya te quitan tu identidad y tu dignidad pues te desarmas. No tenemos información de este tipo de apoyo, que hay un respaldo para nosotras poder salir adelante con nuestros hijos”.

Fue hasta que el padre de los niños llego ebrio y se le fue a golpes al hijo mayor, de 14 años en ese entonces, cuando Consuelo decidió pedir ayuda con los vecinos sin éxito. Al regresar a defender al menor, el agresor empezó a golpearla mientras ella gritaba a los menores que salieran corriendo del lugar y pidieran ayuda.

“Traté yo de resistir los golpes mientras mis hijos iban saliendo de uno en uno, y ya al salir les dije a mis hijos: ‘discúlpenme, pero me vi en la necesidad de marcar a la policía’. Mis hijos me dieron el apoyo y me dijeron adelante, ya fue mucho”, recordó.

Consuelo expresó que no es fácil llegar a un albergue, “ya que pasas de uno a otro hasta que encuentran uno que tiene una disponibilidad más permanente”.

“Había noches que no dormíamos porque veníamos de un trauma de vivir bajo cámaras en la casa, nos tenían vigilados a ese grado, y cuando llegamos al albergue y encontramos cámaras, fue algo como para empezar a superar. Nosotros nos refugiábamos en el baño para tener conversaciones, y fue como un proceso. En el albergue nos proporcionaron apoyo psicológico porque había muchas secuelas en mis hijos”, agregó.

De acuerdo con el relato de Consuelo, su expareja les colocaba cámaras al frente de la nevera para también controlar lo que consumían los niños en alimentos.

“No teníamos permitido, en el caso de mis niños, estar tomando jugos o un yogur, era como que en el tiempo que él decía que tenían acceso a tomar algo de la nevera con el permiso de él. También los vigilaba cuando podían ver tele; o si estaban jugando, de repente por las cámaras nos hablaba. Nos tenía prácticamente controlados, aunque él no estaba en la casa. Nos vigilaba todo el tiempo”, evocó.

Durante su tiempo en albergues, hubo momentos donde Consuelo se desconsolaba pensando que iban a permanecer allí toda la vida, porque no encontraban un apartamento que les alcanzara con el ingreso. Igualmente, su estatus migratorio continuaba siendo un problema.

“Hay mucho abuso y estoy segura de que no soy la única. Tocando el tema con mujeres que estábamos en la misma situación, era lo mismo, todas pasábamos por lo mismo. Era demasiado desesperante y frustrante”, señaló.

De la Adversidad a la Felicidad

A pesar de los desafíos, Consuelo encontró la luz al final del túnel. Ahora, con una vivienda segura y estable, Consuelo y sus hijos pueden seguir sus carreras educativas y profesionales.

En todos los edificios de New Destiny, se cuenta con equipos de trabajadores con servicios sociales y los servicios son todos voluntarios. Los servicios incluyen actividades para los niños, actividades creativas y de apoyo al estudio. También tienen programas de apoyo financiero con clases de como emprender su propio negocio, un fondo de ahorro y como arreglar el crédito. Igualmente ofrecen servicios de salud mental.

“Todos nuestros servicios tienen este tipo de apoyo de escuchar a las víctimas, de manejar las expectativas y así asegurarnos de estarles dando todas las herramientas para que ellos tengan una vivienda segura. Mas allá de eso, es para darles las herramientas para que puedan surgir, puedan estabilizarse y sentirse empoderadas a futuro, y así romper el ciclo de abuso y de falta de vivienda”, explicó Sandoval.

Consuelo es estilista y ahora cuenta con su propio negocio. Además, destaca su participación en programas de apoyo integrales que recibe, como ‘Voces de Cambio’, una iniciativa nueva que funciona como una plataforma de entrenamiento, para personas que han recibido servicios de New Destiny sobre como hablar con la prensa y legisladores, para compartir sus historias y ayudar a crear cambio sistémicos.

“Lo que queremos fomentar es que haya más entidades como nosotros que puedan construir este tipo de viviendas con servicios voluntarios de apoyo para las víctimas de violencia doméstica, en la ciudad y el estado”, expuso Sandoval.

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A pesar de los desafíos, Consuelo encontró la luz al final del túnel. Ahora, con una vivienda segura y estable, Consuelo y sus hijos pueden seguir sus carreras educativas y profesionales.Imagen cortesía de New Destiny Housing

La historia de Consuelo y el trabajo de New Destiny Housing destacan la importancia de brindar esperanza y apoyo durante las fiestas a aquellos que más lo necesitan. En esta temporada, recordemos el papel crucial de organizaciones como New Destiny Housing y apoyemos iniciativas que busquen construir hogares seguros y estables para todos.

“Nos sentimos protegidos, hay seguridad en la entrada. Nos dan seguridad para que el agresor no tenga acceso o se manda un reporte. También nos han brindado apoyo en volver a empoderarnos, en volver a emprender metas tanto de mis hijos como mías. Nos han hecho sentir que somos una familia”, concluyó agradecida Consuelo sobre los apoyos recibidos. “Hemos hecho el mejor equipo mis hijos y yo y estamos haciendo nuestros sueños realidad”.

En el enlace NewDestinyhousing.org, se puede obtener más información y contribuir a esta causa vital.

 

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