Mexicano sospechoso de acribillar a 5 hondureños había sido deportado 4 veces

Mexicano sospechoso de acribillar a 5 hondureños había sido deportado 4 veces
Francisco Oropesa. Foto: FBI / EFE

El mexicano Francisco Oropesa, sospechoso del asesinato de 5 hondureños este fin de semana en la localidad de Cleveland (Texas), había sido deportado 4 veces de Estados Unidos antes de volver a entrar irregularmente en el país la última vez, informaron las autoridades estadounidenses.

Se temía que Oropesa se fugue a México, mientras más de 250 agentes participan en la intensa búsqueda de este sospechoso de haber cometido la masacre a tiros contra sus vecinos hondureños, de los cuales uno era un niño de 9 años. Ý de acuerdo a nuevos reportes de prensa, Oropesa fue capturado por la Patrulla fronteriza.

Una fuente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) dijo que el 16 de marzo de 2009 un juez estadounidense de inmigración ordenó la expulsión de Francisco Oropesa Pérez-Torres, de 38 años, y que un día después fue deportado a México.

Más tarde, «en una fecha y desde una localización desconocida», Oropesa volvió a entrar a EE.UU. y fue detenido y deportado «varias veces» por ICE en septiembre de 2009, enero de 2012 y julio de 2016.

Además, la fuente agregó que el sospechoso recibió un sentencia de prisión en el condado de Montgomery, en Texas, por conducir «ebrio» en enero de 2012, aunque no precisó si finalmente fue encarcelado.

 

 

Como consecuencia del tiroteo del 29 de abril, la oficina del Sheriff de Cold Spring (Texas) ha emitido una orden de arresto contra Oropesa por «homicidio», y que es buscado por la oficina del Sheriff de San Jacinto, en el mismo estado, por su presunta conexión con el tiroteo.

Las autoridades estadounidenses buscan todavía a Oropesa, quien el viernes por la noche estaba disparando en el jardín de su casa con un fusil AR-15 cuando uno de sus vecinos se le acercó y le pidió que dejara de hacer ruido porque era muy tarde y la familia, incluidos unos niños, no podía conciliar el sueño.

Oropesa respondió irrumpiendo en la vivienda de sus vecinos para dispararles en el cuello y la cabeza, como si se tratara de una «ejecución», según ha descrito la oficina del alguacil.

Dentro de la casa había 10 personas y 5 perdieron la vida. Los fallecidos son Daniel Enrique Lazo, de 9 años; Sonia Argentina Guzmán, de 25 años; Diana Velásquez Alvarado, de 21; Obdulia Molina Rivera, de 31, y José Jonathan Cáceres, de 18 años.

Wilson García, superviviente de la masacre que perdió a su hijo y a su esposa, declaró a la prensa que la escena «fue horrible» y que ahora se siente como estar muerto en vida.

Según relató, las víctimas murieron protegiendo de las balas a sus dos otros hijos, de un año y medio y de un mes, respectivamente. García tuvo que escapar por la ventana y el agresor fue tras él, pero no lo encontró dado que se escondió entre unos pinos.

Cabe señalar que una de las cinco víctimas hondureñas asesinadas en Cleveland (Texas) este fin de semana era residente permanente en Estados Unidos, pese a que el gobernador del estado, el republicano Greg Abbott, las había tachado a todas de «inmigrantes ilegales».

Fuentes de la Embajada de Honduras en Estados Unidos confirmaron que Diana Velásquez tenía residencia permanente en el país, mientras que el resto eran indocumentados. La legación diplomática añadió que el consulado hondureño en Houston (Texas) «está trabajando junto a las familias para apoyarles en lo que sea necesario».

El gobernador texano anunció el domingo una recompensa de 50.000 dólares por información que conduzca a la captura del «criminal que mató a cinco inmigrantes ilegales», un comentario criticado por activistas por estigmatizar a las víctimas.