Un nuevo informe de la Iniciativa de Investigación de Inmigración (IRI, por sus siglas en inglés) muestra el conjunto diverso de roles que desempeñan los inmigrantes en la economía de Long Island, Nueva York.
Según este informe, los inmigrantes representan casi 1 de cada 5 habitantes de Long Island y una proporción aún mayor de la fuerza laboral y la producción económica residente de Long Island.
El IRI, un grupo de expertos no partidista, usó los datos más recientes disponibles de la Oficina del Censo para analizar dónde viven los inmigrantes, qué tipos de trabajos hacen los inmigrantes y cuánto éxito económico logran los inmigrantes en Long Island.
“Los inmigrantes están presentes en toda la economía de Long Island”, dijo David Dyssegaard Kallick, coautor del informe y director de IRI. “La mayoría de los inmigrantes en la región tienen al menos trabajos de salario medio y a algunos les va muy bien económicamente. Los inmigrantes a menudo trabajan como gerentes, desarrolladores de software e incluso como directores ejecutivos de empresas locales”.
IRI encontró que el 60 por ciento de los inmigrantes de Long Island que tienen trabajos de tiempo completo están en trabajos de salario medio o alto: el 49 por ciento está en trabajos de salario medio, ganando entre $ 48,000 y $ 140,000 por año, y otro 11 por ciento está en puestos de salario alto en empleos asalariados que ganan más de $140,000.
“Por mucho, los trabajos con salarios altos más comunes para los inmigrantes se encuentran en los campos de la salud”, dijo Anthony Capote, analista principal de políticas de IRI y coautor del informe. “Miles de inmigrantes trabajan incansablemente como médicos, cirujanos y enfermeras registradas para mantener saludables a los habitantes de Long Island durante todo el año”.
Pobreza preocupante
Sin embargo, eso no quiere decir que las noticias sean buenas para los inmigrantes de Long Island. IRI descubrió que el 40 por ciento de los inmigrantes en los condados de Nassau y Suffolk ganaban menos de $48,000 por año, al igual que el 26 por ciento de los trabajadores nacidos en Estados Unidos.
Si bien $48,000 pueden ser suficientes para sobrevivir en muchas partes del país, el alto costo de vida en Long Island hace que sea difícil llegar a fin de mes con ese salario.
El informe encontró que los inmigrantes que ganan salarios bajos a menudo se concentran en trabajos de servicios y transporte que ayudan a que la vida diaria funcione sin problemas en las comunidades de Long Island todos los días.
Los inmigrantes constituyen, por ejemplo, el 43 por ciento de todos los trabajadores de servicios, incluido el 74 por ciento de las empleadas domésticas, el 57 por ciento de los auxiliares de enfermería y el 64 por ciento de los taxistas. Estos son algunos de los trabajos peor pagados de la región, pero tienen un impacto inmediato en la vida cotidiana.
“La simple verdad es que los inmigrantes son en gran medida responsables de proporcionar la mano de obra que mantiene en funcionamiento nuestra economía”, dijo Capote.
“Sin inmigrantes de todos los ámbitos de la vida, los habitantes de Long Island tendrían muchas dificultades para salir a comer, cuidar a sus seres queridos enfermos y ancianos y mantener sus hogares limpios. Los habitantes de Long Island deberían centrarse más en proteger a estos trabajadores que en tratar de expulsarlos de sus comunidades”.
Disparidades económicas
El informe también destaca las disparidades económicas entre las líneas raciales y de género en Long Island. Si bien el 26 por ciento de los habitantes de Long Island nacidos en EE.UU. ganan menos de $48,000 por año, el informe de IRI encontró que los blancos experimentan un éxito económico mucho mayor que los trabajadores de color, especialmente las mujeres.
La información precisa y actualizada sobre la población inmigrante de Long Island puede ayudar a todos a tener una comprensión de las comunidades, la fuerza laboral y las economías locales de Long Island que está «basada en hechos, no en ficción, y en estadísticas, no en miedo», señala Sandra Dunn, directora asociada de Organización Latino Americanais.
El informe fue financiado por una subvención de Long Island Community Foundation (LICF), una división de New York Community Trust.
