La declaración del alcalde de Nueva York, Eric Adams, sobre el uso de las redes sociales como un peligro para la salud pública de los adolescentes ha generado debate sobre cómo abordar este creciente problema.
En un movimiento sin precedentes, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, ha declarado oficialmente el uso de las redes sociales como un peligro para la salud pública de los jóvenes, convirtiendo a Nueva York en la primera ciudad en hacerlo a nivel nacional. Esta declaración ha generado discusiones sobre cómo abordar este problema creciente que afecta a la salud mental de los adolescentes.
“Empresas como TikTok, YouTube, Facebook están alimentando una crisis de salud mental al diseñar sus plataformas con características adictivas y peligrosas”, dijo Adams en el discurso anual sobre el estado de la ciudad. “No podemos quedarnos mirando y dejar que las grandes tecnológicas monetaricen la intimidad de nuestros hijos”, subrayó el alcalde.
El alcalde Adams enfatizó que las redes sociales representan una crisis de salud pública, comparándolas con toxinas digitales similares al tabaco y otros contaminantes ambientales. Además, anunció planes para implementar estrategias que aborden este problema, señalando que se necesita un enfoque similar al utilizado para combatir otras formas de toxinas.
“Al igual que el Comisionado de Salud de EEUU hizo con el tabaco y las armas, estamos tratando a las redes sociales como otros peligros para la salud pública y esto debe terminar”, dijo Adams.
Este anuncio llega en un momento en que Meta, propietaria de Facebook e Instagram, ha lanzado nuevas actualizaciones de seguridad, particularmente para Instagram, en un intento por abordar preocupaciones sobre el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes. Estas actualizaciones incluyen restricciones en los mensajes directos entre adolescentes y adultos que no siguen mutuamente, así como la implementación de herramientas de supervisión parental más estrictas.
Los comentarios de los ciudadanos reflejan diversas opiniones sobre esta declaración, desde aquellos que apoyan la medida como un paso necesario para proteger la salud mental de los jóvenes, hasta los que critican al alcalde Adams por centrarse en este tema en lugar de otros problemas urgentes de la ciudad.
Mientras en mayo del año pasado, el Comisionado de Salud Pública de los Estados Unidos, H. Murthy escribió un artículo de opinión para The Post, en el que escribió: “A la luz de la actual crisis de salud mental juvenil, ya no es posible ignorar la posible contribución de las redes sociales al dolor que millones de niños y familias están experimentando.”
El informe de Salud Mental en que se apoyó Adams recoge que un 77 % de los alumnos de secundaria pasan tres horas o más al día delante de una pantalla en su tiempo de ocio. En el 2021 un estudio demostró que el 38 % de alumnos de secundaria tuvo sentimientos de desesperación que les llevó a cesar sus actividades habituales.
Por su parte Ofir Turel, profesor de la Universidad de Melbourne (Australia) que estudia los efectos de la tecnología en el comportamiento, elogió la recomendación de la ciudad de Nueva York por reconocer los posibles riesgos de las redes sociales sin pedir su completa eliminación.
A medida que esta discusión continúa, queda claro que el impacto de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes es un tema importante que requiere una atención cuidadosa y acciones concertadas por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.
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por: Nahuel Leto
