Pronto se acabarán los viajes gratuitos.
El programa piloto de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA -por sus siglas en inglés), de servicio de autobuses de la ciudad gratuitos, pronto llegará a un fin poco ceremonioso, después de que los legisladores de Albany no lo reautorizaran en el nuevo presupuesto estatal recién promulgado.
Un autobús de la MTA en cada distrito ha estado libre de tarifas desde septiembre como parte de un programa piloto promulgado en el presupuesto del año pasado, que requería que la MTA llevara a cabo el experimento como condición de su paquete de rescate financiero.
El piloto costó $15 millones en ejecución en las cinco líneas: el Bx18 en El Bronx, el B60 en Brooklyn, el M116 en Manhattan, el Q4 en Queens y el S46/96 en Staten Island; y los legisladores buscaron reautorizarlo con triple tamaño en el presupuesto de este año.
Pero mientras los partidarios aseguraron más de $12 millones para mejorar la frecuencia del servicio en rutas locales y exprés, el piloto sin tarifas fue dejado en la sala de recortes.
«Me entristece que no hayamos podido extender o expandir el exitoso piloto de autobús sin tarifas», dijo el asambleísta de Queens Zohran Mamdani, el principal defensor del piloto en la cámara baja de Albany. «Este fue un programa crucial y universal que ahorraba dinero a los neoyorquinos de clase trabajadora, dándoles alivio económico y tranquilidad. Esto tiene consecuencias reales: 1 de cada 5 neoyorquinos no puede pagar la tarifa».
Mamdani sostiene que los $45 millones necesarios para expandir el piloto a 15 líneas en toda la ciudad «podrían encontrarse en el colchón del presupuesto de Nueva York».
El presidente de la MTA, Janno Lieber, arrojó dudas sobre el piloto la semana pasada en un evento matutino con algunos de los principales impulsores y agitadores de la ciudad, opinando que «los autobuses gratuitos envían el mensaje equivocado en un momento en que estamos tratando de frenar la evasión de tarifas».
Lieber, presidente y CEO de la MTA, dijo en el Desayuno de Poder de Crain del miércoles que, según el análisis de la MTA, el programa no parecía estar «beneficiando a las personas de menores ingresos».
El piloto estaba destinado a medir el impacto del servicio gratuito en el número de pasajeros de autobús, la velocidad y la entrega del servicio; al finalizar el piloto, la MTA emitirá un informe sobre los impactos. La MTA aún no ha hecho públicos ningún dato, aunque en diciembre, el presidente de New York City Transit, Rich Davey, dijo a ‘Our Town NY’ que la cantidad de pasajeros había aumentado un 7-20% en las líneas gratuitas.
Nueva York fue una de varias ciudades que experimentaron con el servicio de autobuses gratuitos. Boston ha hecho que varias líneas sean gratuitas en los últimos años, mientras que Kansas City ha tenido servicio gratuito de autobuses y tranvías desde 2019. Washington DC iba a hacer que sus autobuses fueran gratuitos el año pasado, pero el programa se retrasó después de una solicitud de la agencia de tránsito de la capital.
La MTA no dijo de inmediato cuándo terminará el piloto, aunque la fecha más tardía posible es en septiembre de este año, un año después de su activación.
Sin embargo, los legisladores y los defensores del tránsito encontraron espacio para celebrar, asegurando $12.3 millones para mejorar el servicio de autobuses en líneas selectas, incluidos los autobuses M35, X6 y X64.
«Los neoyorquinos han hablado alto y claro de que quieren un sistema de tránsito público más confiable y seguro», dijo el senador de Queens Michael Gianaris, el líder adjunto demócrata y principal defensor en la cámara alta del paquete. «Estamos entregando un nivel significativo de financiamiento para proporcionar un servicio mejorado, y continuaré luchando para hacer que el tránsito sea más asequible y deseable».
Sin embargo, el financiamiento fue mucho menos de los $45 millones solicitados para mejorar el servicio antes del esperado inicio de la tarificación de congestión en junio, lo que se espera que traiga un flujo de nuevos pasajeros al transporte público al desincentivar la conducción. Antes de que Londres promulgara su propio programa de tarificación de congestión, el servicio de autobuses aumentó un 17%, según Gianaris y Mamdani.
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