La OLA de Eastern Long Island (Organización Latino Americana) está respondiendo a más llamadas que nunca de víctimas de robo de salarios.
Desde julio de este año, el personal de OLA ha visto un fuerte aumento en los casos de robo de salarios y actualmente está ayudando a 22 miembros de la comunidad del East End a recuperar salarios robados de empleadores sin escrúpulos: la mayor cantidad de casos que han tratado a la vez en los 21 años de historia de la organización. La mayoría de estas víctimas trabajan en las industrias de la construcción y la limpieza.
Ya sea trabajando con un abogado privado local o atendiendo los casos internamente, la organización sin fines de lucro tiene un historial de recuperación exitosa de salarios robados de empleadores que se niegan a pagar a sus trabajadores lo que se les debe.
Sin embargo, esta es la primera vez que tantas personas se han presentado a la vez, lo que ha fortalecido las asociaciones existentes de OLA con el Departamento de Trabajo del Estado de Nueva York y LatinoJustice, una organización sin fines de lucro de litigios de impacto y derechos civiles.
Después de conocer los detalles de la experiencia de robo de salarios de un trabajador, OLA conecta a los clientes con la División de Políticas y Asuntos de Inmigrantes del Departamento de Trabajo del Estado de Nueva York, LatinoJustice, o con un abogado privado que acepta trabajar pro bono para ayudar a la persona a recuperar los salarios perdidos. Actualmente, el Department of Labor (DOL) está ayudando a 6 clientes de OLA, LatinoJustice está ayudando a 5 y otros 11 están en el proceso de proporcionar a OLA información adicional antes de que la organización los conecte con una de estas entidades.
«Estamos trabajando muy de cerca con LatinoJustice y el Departamento del Trabajo estatal ha sido increíblemente receptivo», dijo la defensora legal de OLA, Erika Padilla. «Le envío un correo electrónico a la subdirectora de Políticas y Asuntos de Inmigrantes del DOL con los detalles de un caso y ella responde de inmediato. También envían regularmente un representante que habla español a Riverhead para que los clientes con los que trabajamos y otros miembros de la comunidad tengan la oportunidad de exponer su caso».
La confianza es un factor clave al ayudar a los miembros de la comunidad en un caso de robo de salario, dice Padilla. «Independientemente de cuál sea el estatus migratorio de una persona, puede resultar aterrador acercarse solo a una entidad gubernamental como el DOL», dijo Padilla.
«La gente recurre a OLA porque confían en nosotros, porque saben que estamos aquí para servirles y haremos lo que sea necesario para resolver su caso. Nuestras sólidas relaciones tanto con nuestra comunidad como con nuestros socios son clave para garantizar que los derechos de las personas estén protegidos y que obtengan el dinero por el que han trabajado tan duro».
Abuso en el trabajo
Mientras sus casos son manejados por el DOL y LatinoJustice, los clientes continúan llamando a OLA para hacer preguntas sobre el proceso y el progreso de los casos.
Además de trabajar con estos socios para ayudar a las víctimas de robo de salarios, OLA también ofrece foros educativos para propietarios de pequeñas empresas y aspirantes a empresarios centrados en las licencias y los aspectos legales de iniciar un negocio, entre otros temas. Padilla también educa a los clientes individualmente sobre cómo protegerse del robo de salarios.
«Ya sea abuso en el lugar de trabajo, como robo de salarios o abuso de los derechos de los inquilinos, que vemos todo el tiempo en forma de intentos de desalojo ilegal y propietarios que se niegan a pagar a los inquilinos los depósitos de seguridad que se les deben, esta es, lamentablemente, la realidad de la vida en los Hamptons», afirma la directora ejecutiva de OLA, Minerva Pérez.
«Muchos trabajadores inmigrantes todavía están luchando económicamente como resultado de la pérdida de sus empleos durante la pandemia; están desesperados por recuperarse trabajando todo lo que puedan, sólo para descubrir que su ‘recompensa’ es que su empleador se niega a pagarles».
A Pérez le gustaría que instituciones como los gobiernos municipales del East End, las empresas y los medios locales colaboren con OLA para poner fin al robo de salarios. Ella cree que todas estas entidades podrían desempeñar un papel importante en la protección de los derechos laborales de los miembros de la comunidad local mediante la educación del público, la concienciación de los empleados sobre las leyes que los protegen (independientemente de su estatus migratorio) y la amplificación del problema.
«El ruido de los sopladores de hojas atrae mucha atención en las ciudades y pueblos, pero ¿quién habla del robo de salarios y de las personas trabajadoras a las que no se les paga por realizar el trabajo que mantiene en funcionamiento el motor económico de nuestra comunidad?», preguntó Pérez.
Si usted tiene una denuncia sobre robo de salarios o abuso laboral puede comunicarse con la organización OLA de Eastern Long Island llamando al (631) 899-3441 o ingresando a https://www.olaofeasternlongisland.org.
