El caos estalló en el Bajo Manhattan el lunes por la noche cuando los manifestantes, furiosos por la muerte de Jordan Neely, chocaron con la policía de Nueva York (NYPD), a una semana de su muerte.
Once personas fueron arrestadas, incluida una fotógrafa de prensa acreditada, mientras la policía también recuperaba un cóctel Molotov, tras varios enfrentamientos sangrientos, según fuentes policiales.
La noche estaba programada para ser una remembranza dolorosa de la vida de Jordan Neely con una vigilia a la luz de las velas una semana después de su muerte por estrangulamiento en un tren F, y eso es exactamente lo que sucedió, al menos al principio. Los manifestantes se reunieron tanto afuera como dentro de la estación de metro de Broadway-Lafayette y desataron una ráfaga de emociones. Encendiendo velas en la superficie y derramando lágrimas en la plataforma subterránea, los asistentes se abrazaron mutuamente.
«¡Jordan Neely! ¡Digan su nombre! ¡Jordan Neely!» gritaron los grupos al unísono mientras marchaban frente a los transeúntes. Las lágrimas corrían por sus ojos mientras compartían pensamientos sobre el video, ahora viral, que muestra al ex marino, Daniel Penny, presuntamente matando al indigente, artista del metro, con una llave de estrangulamiento mortal.
Para muchos de los asistentes, fue otra injusticia en Estados Unidos y sirvió como combustible que avivó las llamas de un barril de pólvora a punto de explotar.
Arrestos
La furia estalló cuando la policía se enfrentó a varios manifestantes apasionados en la superficie a mitad de la vigilia. Mientras los manifestantes afirmaban que los policías detenían violentamente a los manifestantes, altos mandos de la policía informaron que los arrestos se realizaron debido a violaciones flagrantes y estallidos violentos.
Un hombre quedó sangrando profusamente de la frente después de ser derribado al pavimento por los policías, mientras que varios otros también fueron detenidos y llevados bajo custodia.
Otro manifestante, enfurecido por los arrestos, se enojó y lanzó insultos raciales a los oficiales hispanos y asiáticos antes de encontrarse él mismo con las esposas.
Mientras la policía empujaba a los manifestantes de vuelta a la acera después de que habían desbordado la calle, se realizó otro arresto, esta vez de una destacada fotoperiodista que se encontró con las manos forzadas detrás de su espalda. Stephanie Keith, cuyo trabajo ha aparecido en publicaciones como el New York Times, fue colocada en la parte trasera de una furgoneta policial.
Aunque no parecía claro de inmediato por qué Keith fue llevada en un estilo dramático, el Jefe de Patrulla del NYPD, John Chell, le dijo a nuestra publicación hermana amNewYork Metro, que ella obstaculizó los arrestos que se estaban llevando a cabo.
«La reportera interfirió en al menos dos arrestos en medio de la calle, donde la situación se volvió muy tensa. Ella interfirió por tercera vez y fue arrestada», afirmó Chell.
La situación turbulenta continuó descontrolándose con más enfrentamientos.
Apareció un grupo contra protestante en la escena y se burló de los manifestantes, acusando a Neely de ser mentalmente inestable. Esto resultó en una pelea brutal que dejó a varias personas heridas y arrestadas.
Secuelas
Los manifestantes marcharon desde la estación Broadway-Lafayette hasta la Comisaría 7 en la calle Delancey y la calle Pitt, donde muchos de ellos dijeron que buscaban brindar apoyo a quienes habían sido detenidos. Sin embargo, se realizaron aún más arrestos fuera de la comisaría por conductas citadas por la policía, como el uso de un micrófono sin permiso.
El Jefe de Departamento del NYPD, Jeffrey Maddrey, habló en una conferencia de prensa tarde en la noche, calificando la muerte de Neely como una «muerte sin sentido» y mostrando empatía con la indignación colectiva por el homicidio. Pero también criticó a varios manifestantes por ponerse en riesgo a sí mismos, a los agentes de policía y al público después de que la policía recuperara lo que creen que es un cóctel Molotov.
«Respetamos sus derechos de la Primera Enmienda. Pero no toleraremos que las personas violen la ley y, lo que es más importante, no toleraremos que las personas lleven armas y sustancias peligrosas a protestas pacíficas», dijo Maddrey. «Esto es algo peligroso. Podría lastimar a los miembros del departamento. Podría lastimar a otros manifestantes. Podría lastimar a personas inocentes».
Según la policía, el contenido de la botella será analizado. Varios manifestantes permanecieron fuera de la comisaría durante varias horas.
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