Líder, amigo, bombero voluntario, defensor de la gente y orador motivacional son, entre otras, las cualidades que describen muy bien a Marc Andrew Soto, un padre de familia que ha superado de todo, «hasta a la misma muerte», para seguir cumpliendo con su labor profesional guiando a jóvenes de la comunidad y con su misión de ser papá proveedor y amoroso de su familia.
Desde el 2021, Soto es el director de la organización sin fines de lucro Youth Enrichment Services (YES, por sus siglas en inglés) que se dedica a la prevención y servicios comunitarios contribuyendo al enriquecimiento juvenil en las áreas de Bayshore, Brentwood, Central Islip, en Long Island.
Las responsabilidades de Soto incluyen instrucción de prevención basada en evidencias en los diversos distritos escolares dentro de los grados 4 a 12 en la ciudad de Islip. También es responsable de las asociaciones de servicio comunitario y de su cultivo y desarrollo dentro de la marca YES.
Soto nacido en Estados Unidos, de herencia puertorriqueña, cuenta con estudios superiores en leyes. Recibió su título B.A. de la Universidad de Fordham y su título Juris Doctor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nebraska.
Además, viene siendo bombero voluntario jubilado de Merrick Hook & Ladder Co. 1. «Amo a la gente, a la comunidad. Para mi ser un líder comunitario es ayudar a los que no tienen voz y necesitan su ayuda», nos recalca.
Super Papi
En el marco de las celebraciones del «Día de Padre», Marc Soto se siente muy feliz de tener tres hijos, dos que la vida le regaló y una hija biológica de raíces puertorriqueña y dominicana.
«Para mi ser papá y ser padrastro es algo que yo le agradezco a Dios», dice Soto, de 58 años, quien vive en el pueblo de Merrick, en el condado neoyorquino de Nassau.
«Cuando era un niño desde mi primer añito de edad tuve un padrastro quien fue para mi un ejemplo. Porque me crió como si yo fuese su hijo natural, estoy agradecido por eso. Ahora tengo a mi propia hija, su nombre es Mia, y ella es la alegría más grande que tengo en la vida, es mi razón de vivir», expresa.
Y Soto tiene muchas razones para estar alegre, vivo y sentirse como un héroe para los suyos. «En el 2022 sufrí un ataque de asma que me llevó a una muerte cerebral por unos minutos, luego a un coma inducido por los doctores», nos confiesa.
«A todo esto le agradezco primeramente a Dios por estar vivo, luego a mi hermano Jesús que me estuvo ayudando en el proceso, pero sobre todas las cosas a mi hija Mia que con mucha madurez y educación llamo al 911. Me pusieron en un coma inducido, porque soy donador de un riñón, aparte tuve daño cerebral y los doctores querían asegurarse que mi cuerpo sanara bien antes de enviarme a casa».
Además de esta lección de supervivencia, Soto indica que es increíble que durante el tiempo de la pandemia él no llegó a contagiarse con el temido virus del COVID-19.
«Durante la pandemia fue un tiempo de calidad con mi hija, nos conectamos más, nos íbamos a caminar al parque, la llevé a Fire Island, Long Beach, y otros lugares; durante la cuarentena mi hija Mia aprendió a cortarme el pelo y fue mi barbero por casi 2 años», señala.
¿Qué es lo que más le gusta de ser padre?, le preguntamos a Marc Soto…
– «Ser papá para mi es un amor tan profundo y genuino, me encanta los momentos de vida junto a mi hija, en especial los momentos que tengo para darle consejos».
¿Cuál es el mejor consejo que les ha dado a tu hija?
– «Que siempre ponga a Dios por delante, que sea una mujer independiente y fuerte, que le sirva al prójimo y que ame a su familia. Me encanta conversar con ella y explicarle de nuestra cultura, de nuestra herencia africana, indígena y europea».
¿Qué opinas de los papás que no buscan a sus hijos?
– «Yo no uso la palabra odio, pero para mi el hombre y la mujer que no practica la responsabilidad de ser padres para amar y apoyar a sus hijos, dice mucho de su carácter. Me molesta más el hombre que no ama a sus hijos, por eso trato de ser el Super Papi».
¿Qué mensaje tienes para los padres de la comunidad?
– «Que tomen en serio su papel, que pongan a Dios por delante, y que den su mayor esfuerzo total en ser papá, no solo papá sino un ¡papá extraordinario!».
