El fiscal de distrito del condado de Suffolk, Raymond A. Tierney, anunció que un hombre hispano indentificado como Alejandro Vargas-Diaz, de 41 años, residente de Port Jefferson, se declaró culpable de asesinato y otros cargos relacionados por la muerte a tiros en 2018 de Albert Luis Rodríguez-López, de 27 años, padre de tres hijos y residente de Selden.
“Durante cinco años, los familiares y seres queridos del señor Rodríguez-López han esperado justicia por este asesinato sin sentido. Hoy, con su admisión de culpabilidad, se ha hecho justicia”, dijo el fiscal Tierney.
“Si bien el acusado puede haber prolongado su libertad escondiéndose en otro estado, era solo cuestión de tiempo antes de que la ley lo alcanzara y ahora debe rendir cuentas por sus acciones”.
Según los documentos judiciales y las declaraciones del acusado, el 22 de julio de 2018, Vargas-Diaz y Rodríguez-López discutieron dentro de un salón de billar en Port Jefferson.
En medio de la discusión, Rodríguez-López golpeó a Vargas-Diaz en la cara y lo tiró al suelo. Poco tiempo después, Vargas-Diaz tendió una emboscada a Rodríguez-López dentro del salón de billar y le disparó en la espalda, el cuello y el hombro. La víctima murió en la escena. Vargas-Diaz inmediatamente huyó y se fugó del estado de Nueva York.
Un mes después del asesinato, miembros del Departamento de Policía del condado de Suffolk (SCPD) encontraron el arma homicida, una pistola de 9 mm, escondida en un árbol en el sendero Setauket Port Jefferson Greenway Trail.
El 18 de junio de 2021, casi tres años después del tiroteo fatal, Vargas-Diaz fue arrestado por miembros de la Oficina del Sheriff del condado de Flagler, en Florida, después de una pista para detener el crimen. Vargas-Diaz fue extraditado de regreso al condado de Suffolk el 11 de noviembre de 2021 para ser procesado por los cargos relacionados con el asesinato.
El 24 de julio de 2023, Vargas-Diaz se declaró culpable ante el juez interino de la Corte Suprema, el Honorable Steven A. Pilewski, de asesinato en 2do. grado (delito grave violento de clase A) y posesión criminal de un arma en 2do. grado (delito grave violento de clase C).
Vargas-Diaz debe regresar a la corte el 13 de septiembre de 2023 para recibir sentencia y se espera que sea condenado de 23 años a cadena perpetua.
