Vinieron. Vieron. Arrestaron. Repitieron.
Los agentes de ICE regresaron el martes al tribunal de inmigración en el Bajo Manhattan, deteniendo a personas atónitas que estaban allí por audiencias procesales y llevándolas apresuradamente en elevadores hacia lugares desconocidos en cuestión de segundos.
Se pudo ver a docenas de agentes de ICE en múltiples pisos, pasando el día arrestando inmigrantes a medida que salían de sus comparecencias judiciales. Luciendo listos para el combate con chalecos antibalas y armados con pistolas, en una instalación donde cada persona debe pasar por un detector de metales, los agentes —parte de varias agencias federales diferentes, incluida la Patrulla Fronteriza— se dividieron y se apostaron en varias salas buscando a personas marcadas para ser detenidas.
Aunque algunos agentes han sido vistos ocultando sus rostros durante la semana pasada, muchos no llevaban máscaras el martes. Varios agentes de ICE hablaron con nuestra publicación hermana, amNewYork, sin revelar sus nombres, afirmando que usan cubrebocas por temor a ser expuestos públicamente. Sin embargo, quienes trabajan dentro del edificio dicen que los agentes enmascarados solo aumentan la tensión y el miedo.
Agentes de ICE al acecho
Algunos agentes permanecieron vestidos de civil, sentándose a escuchar las audiencias antes de enviar mensajes de texto con el estado de los casos. Las autoridades esperaban a que los casos fueran desestimados para actuar.
Los agentes se abalanzaban sobre sus objetivos tan pronto como salían de la sala. En numerosas ocasiones, corrían hacia varias personas, las sujetaban por los brazos y las arrastraban hasta los elevadores antes de que pudieran siquiera comprender lo que estaba sucediendo —las puertas se cerraban ante sus rostros atónitos.
En múltiples ocasiones, el proceso —que los críticos han comparado con un secuestro— se completaba en unos 30 segundos. El terror que vivieron los familiares de los detenidos, sin embargo, duró mucho más.
Abogados que presenciaron esta ejecución fría y calculada agradecieron a los miembros de la prensa por documentar y reportar las detenciones.
“Necesitamos esa evidencia”, dijo una abogada mientras un hombre era metido a un elevador por un grupo de agentes. “Sigan documentando.”
En un incidente impactante, un hombre salió de una sala del tribunal y se dirigía al baño cuando fue capturado por varios agentes. Intentó regresar corriendo a la corte, pero fue arrastrado a patadas y gritando desde lo que creía que era un espacio seguro.
Luchando por comunicarse, trató de liberarse, pero fue sometido dentro del elevador. Aproximadamente 10 minutos después, reapareció desde uno de los elevadores, liberado luego de que las autoridades se dieran cuenta de que aún no había visto a un juez.
“No ha visto a un juez todavía”, dijo uno de los oficiales.
Finalmente se le permitió irse sin ser detenido.
Más tarde, un hombre y su esposa se encontraron rodeados por un grupo de agentes federales. Los agentes presionaron al hombre con preguntas, pero él o se negó a responder o no las entendía. Ambos fueron entonces llevados rápidamente a un elevador.
ICE también interroga repetidamente a personas sobre su estatus migratorio e incluso revisa sus documentos para asegurarse de que tengan una fecha de regreso a la corte.
