Tres fiscales federales adicionales que trabajaron en el ahora desestimado caso de corrupción contra el alcalde Eric Adams decidieron renunciar el martes en lugar de expresar arrepentimiento por negarse a cumplir con el objetivo del Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) de Trump de desestimar los cargos, según un correo electrónico enviado a un alto funcionario del DOJ.
Los tres fiscales —Celia Cohen, Andrew Rohrbach y Derek Wikstrom— anunciaron su salida de la oficina del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York en lugar de seguir la “condición previa” impuesta por el vicefiscal general Todd Blanche para conservar sus puestos. Según indicaron, Blanche exigió que admitieran haber actuado incorrectamente al negarse a acatar una orden de febrero del alto funcionario Emil Bove, quien ordenó desestimar los cargos contra Adams, como condición para levantar su suspensión administrativa y permitirles regresar al trabajo.
“Ahora está claro que una de las condiciones para permitir nuestro regreso a la oficina es que debemos expresar arrepentimiento y admitir que la oficina actuó incorrectamente al negarse a retirar el caso”, escribieron en el mensaje. “No confesaremos haber actuado mal cuando no fue así.”
Los fiscales también afirmaron que, bajo administraciones tanto demócratas como republicanas, siempre se entendió que su prioridad era hacer cumplir la ley, algo que no ocurre con el segundo DOJ de Trump.
“El departamento ha decidido que la obediencia prima por encima de todo, exigiendo que renunciemos a nuestras obligaciones legales y éticas para seguir órdenes desde Washington”, declararon. “Esto está mal.”
La última ola de renuncias ocurrió el mismo día en que Jay Clayton, recientemente nombrado por Trump como Fiscal Federal interino del Distrito Sur de Manhattan, asumió el cargo mientras espera confirmación del Senado de EE.UU.
Con la salida de estos tres fiscales, ya suman 11 los que han decidido dimitir en Nueva York y Washington por la orden de Bove de archivar el caso contra Adams.
Entre quienes renunciaron en señal de protesta se encuentran la ex fiscal federal interina del SDNY, Danielle Sassoon —nombrada por Trump— y el exfiscal principal del caso contra Adams, Hagan Scotten.
A pesar de esta serie de dimisiones, el DOJ de Trump logró que el juez federal Dale Ho dictaminara a favor de desestimar el caso de Adams a principios de este mes. Sin embargo, Ho concluyó que no había “ninguna evidencia” de que los fiscales federales actuaran de manera indebida al presentar el caso, a pesar de que el DOJ de Trump usó supuesta mala conducta fiscal como argumento para retirar los cargos.
Poco después de su renuncia, Sassoon envió una explosiva carta a la fiscal general Pam Bondi en la que alegó que Bove y el abogado defensor de Adams, Alex Spiro, llegaron a un quid pro quo. Afirmó que Spiro ofreció la cooperación de Adams con la implementación de la política migratoria de Trump en los cinco distritos a cambio de la desestimación del caso.
Adams, Spiro y altos funcionarios del DOJ negaron que existiera tal acuerdo.
No obstante, Ho pareció coincidir con Sassoon en su decisión, escribiendo: “Todo aquí huele a un trato: la desestimación de la acusación a cambio de concesiones en política migratoria.”