El asambleísta demócrata Steve Stern, miembro de la Asamblea estatal de Nueva York, quien representa al Distrito 10 de Long Island (incluye áreas de Melville, Huntington y otras en los condados de Nassau y Suffolk), se dirige a nuestra comunidad hispana para ofrecerle un mensaje de defensa y apoyo firme frente a la política antiinmigratoria del gobierno federal.
«Con el aumento en el número de incidentes adecuadamente documentados sobre cómo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) acecha a ciudadanos y a residentes legales en nuestra comunidad, me uno a la creciente cantidad de defensores, expertos legales y a estadounidenses comunes que están preocupados.
Estas acciones han infundido temor en nuestra comunidad, y van más allá de los esfuerzos legítimos para deportar a criminales y a aquellas personas que representan una amenaza para la seguridad y el bienestar de nuestras comunidades.
Hacer redadas con los residentes que están aquí legalmente, que cumplen con las fechas de comparecencias judiciales y trabajan para sostener a sus familias, que pagan impuestos y buscan un mejor futuro para sí mismos y sus hijos no solo es inaceptable, sino que también viola nuestros valores como estadounidenses.
Esto amenaza nuestros principios históricos y pone en peligro nuestra economía local al hacer que jóvenes estudiantes tengan terror de ir a la escuela, que a los empleados les dé miedo ir al trabajo, y que los padres estén reacios a hacer compras e ir a orar con sus familias.
Por supuesto que puede haber un esfuerzo eficaz para capturar a los verdaderos criminales para mantener a las familias seguras, y no separarlas sin el debido proceso.
Por muchos años, he visto en persona a los sobresalientes hombres y mujeres en el Segundo Precinto del Departamento de Policía del condado de Suffolk y a nuestros socorristas locales unirse a nuestra comunidad de inmigrantes para formar asociaciones, desarrollar confianza y comprensión, y asegurar que todas las personas se sientan seguras en nuestro pueblo.
La actual intimidación indiscriminada por parte del gobierno federal traiciona esos esfuerzos y nuestros ideales estadounidenses. Genera temor y desconfianza en nuestras comunidades.
Recomiendo encarecidamente a mis vecinos a comunicarse con sus representantes federales, independientemente del partido, para expresar que el caos no es una medida, que las amenazas son inaceptables y que las protecciones constitucionales albergadas por nuestros fundadores no son opcionales.
Aunque debe haber una medida coherente y significativa de seguridad en las fronteras y de mantener a los criminales violentos fuera de nuestras calles, lo que está sucediendo ahora mismo en nuestras calles amenaza los cimientos de nuestra democracia y simplemente va en contra de los estadounidenses».
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