El exgobernador Andrew Cuomo se mantiene como el favorito en las primarias demócratas del 24 de junio para reemplazar al alcalde Eric Adams, en medio de la votación anticipada y con el Día de las Elecciones acercándose rápidamente.
Cuomo, quien busca un regreso político tras renunciar en 2021 luego de enfrentar casi una docena de denuncias por conducta sexual inapropiada —que él niega—, ha dominado el abarrotado panorama de las primarias demócratas desde que anunció su candidatura el 1 de marzo. Sin embargo, enfrenta una fuerte competencia por parte del asambleísta de Queens, Zohran Mamdani, un socialista democrático que se ha mantenido en segundo lugar en las encuestas durante varias semanas.
El alcalde Adams no participa en las primarias demócratas, ya que decidió postularse como independiente en las elecciones generales. Todo indica que él y Cuomo se enfrentarán en la siguiente etapa del proceso electoral.
De perfil moderado, Cuomo ha encabezado las encuestas —tanto públicas como privadas— con ventaja de dos dígitos, ha sumado el respaldo de figuras políticas y sindicatos influyentes, y ha recaudado millones de dólares en donaciones para su campaña. Asegura ser el único candidato con la experiencia necesaria para “salvar una ciudad en crisis”, y frecuentemente destaca su historial como gobernador en la ejecución de grandes proyectos de infraestructura, como la renovación del aeropuerto LaGuardia.
No obstante, sus rivales dentro del Partido Demócrata, junto con numerosos líderes y organizaciones progresistas, afirman que Cuomo no debería aspirar a la alcaldía. Argumentan que los escándalos que llevaron a su renuncia —incluido su manejo de la pandemia de COVID-19 en hogares de ancianos— y muchas de sus políticas, que según ellos perjudicaron más de lo que ayudaron a la ciudad, deberían ser “descalificantes”.
Cuomo también ha recibido duras críticas durante su campaña por haber regresado a residir en la ciudad recientemente, tras décadas fuera de ella; por aceptar donaciones de grandes aportantes —varios también vinculados al presidente Trump—; y por hallazgos preliminares que apuntan a una posible coordinación ilegal entre su campaña y el súper PAC “Fix the City”, que lo respalda. Su equipo de campaña sostiene que han cumplido con las leyes de financiamiento electoral.
Noticia NY y varios integrantes del equipo de amNewYork se reunieron con Cuomo en el Lafayette Grand Café el pasado 16 de junio, para conocer de primera mano cómo abordaría algunos de los principales retos que enfrenta la ciudad si llegara a convertirse en alcalde —desde la inmigración hasta la crisis de vivienda.
En particular, Cuomo ha insistido en que protegerá a los trabajadores inmigrantes, incluidos los latinos indocumentados, quienes desempeñan un papel esencial en sectores como la construcción, la restauración y el trabajo doméstico. Asegura que su administración defenderá las leyes de santuario de la ciudad y brindará asistencia legal a cualquier persona que enfrente procesos migratorios.
Inmigración y Trump
Ante el aumento de redadas y deportaciones impulsadas por la campaña del presidente Trump contra inmigrantes indocumentados —y la promesa del alcalde Eric Adams de colaborar con el gobierno federal en investigaciones penales relacionadas con recién llegados— Cuomo aseguró que, de llegar a la alcaldía, defenderá las leyes de “ciudad santuario” que protegen a miles de neoyorquinos. Estas leyes impiden que la ciudad coopere con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en la mayoría de los casos que no son de carácter penal.
Cuomo afirmó que eliminaría la orden ejecutiva firmada por Adams que permite a ICE restablecer oficinas en Rikers Island para llevar a cabo investigaciones criminales. Dicha orden fue impugnada por el Concejo Municipal en los tribunales, y por ahora, su aplicación está suspendida.
“No se puede emitir una orden ejecutiva que sea inconsistente con la ley”, dijo Cuomo, en alusión a que esta acción podría violar las normativas de ciudad santuario vigentes en Nueva York.
Cuomo también repitió acusaciones que han circulado ampliamente: que Adams “hizo un trato con Trump”, supuestamente accediendo a colaborar con la ofensiva migratoria del presidente a cambio de que el Departamento de Justicia abandonara su investigación federal por corrupción. Adams ha rechazado esta acusación y asegura que su cooperación con la administración Trump se limita estrictamente a casos penales, y no a los procedimientos civiles de deportación, que constituyen la mayoría.
La administración Trump ha comenzado a detener inmigrantes indocumentados dentro de los tribunales de inmigración federales en la ciudad, incluso cuando estos asisten a audiencias obligatorias. Estas acciones —que ya provocaron protestas mayoritariamente pacíficas en Los Ángeles— llevaron al presidente a desplegar la Guardia Nacional y a cientos de marines estadounidenses para contener las manifestaciones.
Trump ha advertido que podría tomar medidas similares en Nueva York y otras ciudades dirigidas por demócratas, donde también se han intensificado las protestas contra las detenciones de ICE.
Aunque evitó entrar en demasiados detalles, Cuomo expresó su confianza en que, si llega a la alcaldía, Trump no podrá imponer su voluntad sobre Nueva York como lo hizo en Los Ángeles. Acusó al presidente de provocar choques con ciudades progresistas solo para ganar “puntos políticos”.
“Tuve guerras con él todos los días por el COVID. Hacía mi rueda de prensa en la mañana. Luego él me llamaba: ‘Tú dijiste esto, hiciste aquello’”, relató Cuomo, recordando los enfrentamientos verbales que tuvo con Trump durante los primeros meses de la pandemia en 2020, cuando ambos ocupaban cargos ejecutivos.
Para Cuomo, esa experiencia le da ventaja: asegura que sabe cómo hacerle frente al presidente. Sin embargo, advierte que será necesario librar “una verdadera guerra legal y mediática” para proteger a la ciudad.
No obstante, sus oponentes dudan que Cuomo realmente enfrente a Trump. Señalan que su campaña y el súper PAC Fix the City han recibido numerosas donaciones de personas que también apoyan al presidente. Además, lo acusan de mostrarse reticente a criticar a Trump en las etapas iniciales de su campaña.
También han expresado preocupación por una posible investigación del Departamento de Justicia —bajo la administración de Trump— sobre si Cuomo mintió al Congreso el año pasado respecto a su participación en la edición de un informe que minimizó las muertes por COVID-19 en hogares de ancianos.
Cuomo respondió tajantemente: dijo que eso no ocurrirá y calificó la acusación de “ridícula”.
El rol de los inmigrantes latinos
Los inmigrantes latinos —muchos de ellos indocumentados— están sosteniendo la economía de Nueva York a través de la construcción, el servicio de alimentos y el trabajo doméstico. Con la ofensiva de deportaciones de Trump ya afectando a la fuerza laboral, Cuomo fue cuestionado sobre su plan para proteger a estos trabajadores esenciales y las industrias que dependen de ellos.
“Inicié un programa en el estado que todavía existe, llamado el Liberty Defense Fund. A cualquier inmigrante que tenga una interacción con ICE, yo le asignaría un abogado, un abogado pagado por el gobierno, para que todos tengan representación legal”, aseguró Cuomo. “La verdad es que no hay una buena respuesta a su pregunta, porque lo que hay es miedo. Ahora tengo que tratar de tranquilizarlos, hacerles saber que estoy de su lado, que Nueva York va a estar mejor protegido que otros estados, pero creo que hasta que no vean que la amenaza ha pasado, el miedo no va a desaparecer”.
Consultado sobre cuál sería la diferencia principal entre su política y la de Adams, Cuomo fue directo: “Adams es independiente. Está cooperando”. Aseguró que, a pesar de que la ley estatal de santuario prohíbe la colaboración con ICE en casos no penales, “Adams está cooperando” con la administración Trump.
Cuomo sugirió que esta cooperación podría estar motivada por los cargos federales por corrupción que enfrenta el alcalde. Según el exgobernador, Adams habría accedido a colaborar con la represión migratoria del presidente a cambio de que el Departamento de Justicia retire su caso. Adams ha negado rotundamente estas acusaciones y sostiene que su administración solo colabora en investigaciones criminales.
Vivienda
La ciudad atraviesa una crisis de vivienda generacional, con alquileres por las nubes y solo un 1.4% de apartamentos disponibles para arrendar. El tema se ha convertido en una de las principales prioridades de los funcionarios electos locales en los últimos años y es central en la carrera por la alcaldía.
Cuomo también fue interrogado sobre la exclusión de los latinos indocumentados de programas de vivienda pública, a pesar de que muchos contribuyen a la economía de la ciudad y pagan renta como cualquier otro residente.
“Sí, el estatus migratorio… las personas indocumentadas califican para el modelo de vivienda, pero aún hay muchas razones por las que no están realmente garantizados”, explicó. “No es una garantía. Lo que se garantiza es la posibilidad de entrar en la lotería. Solo eso”.
Un área donde los alcaldes pueden influir directamente en el costo de la vivienda es a través de sus nombramientos a la Junta de Regulación de Rentas (RGB), un panel independiente de nueve miembros que vota anualmente sobre los aumentos de renta para aproximadamente un millón de inquilinos con alquiler estabilizado. Mamdani y otros candidatos progresistas han prometido congelar los alquileres si son electos, nombrando miembros de la junta que voten en ese sentido.
La RGB votó por congelar los alquileres tres veces bajo el exalcalde Bill de Blasio. La junta actual, compuesta mayormente por personas designadas por Adams, ha optado por aumentos anuales durante toda su gestión.
Cuomo, en cambio, dijo que quiere nombrar “personas justas que comprendan la industria”. Aunque aún no ha “reflexionado” sobre a quién nombraría específicamente, indicó que buscaría expertos en vivienda de instituciones académicas que basen sus decisiones tanto en los costos para los inquilinos como para los propietarios.
“Hay organizaciones creíbles que conocen la vivienda y el desarrollo económico… que pueden tomar decisiones justas”, dijo Cuomo.
El exgobernador, quien fue secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. bajo el presidente Bill Clinton, ha prometido construir 500,000 nuevas unidades de vivienda en la próxima década como alcalde, sin especificar cuántas serían “asequibles”.
Para alcanzar esa meta, dijo que encontraría formas de evitar el complejo proceso de uso de suelo de la ciudad. Una opción, afirmó, sería eludir el Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD), y en su lugar, dirigir el desarrollo de vivienda directamente desde la oficina del alcalde.
“Yo asumiría el control directo y lo convertiría en una iniciativa masiva”, dijo Cuomo. “[Con] cada propiedad de la ciudad, publicaría una convocatoria de propuestas (RFP) que diga: ‘Lo que sea que tengas, ven y háblame. Veamos si podemos hacer un trato’”.
No especificó exactamente cómo construiría viviendas a través de la oficina del alcalde en lugar de HPD, agencia que según él tiene demasiada burocracia que retrasa la construcción de unidades urgentemente necesarias.
Los defensores de los inquilinos se muestran escépticos sobre la postura de Cuomo en materia de vivienda.
Según un informe, recientemente generó la ira de funcionarios y defensores al decir que quería reconfigurar significativamente HPD durante el primer debate demócrata de este mes. Argumentan que esa medida sería un regalo para la industria inmobiliaria y podría debilitar las protecciones para inquilinos y las regulaciones de renta.
El exgobernador también ha sido criticado por defensores de la vivienda como “el candidato favorito de los caseros”, debido a las grandes sumas que magnates inmobiliarios y grupos de propietarios han aportado a Fix the City.
Antisemitismo
El aumento del antisemitismo en la ciudad —hogar de la comunidad judía más grande fuera de Israel— se ha convertido en un tema central de la campaña, especialmente tras el conflicto entre Israel y Hamás, que ha provocado protestas y tensiones locales.
Cuomo y Adams compiten por ser vistos como los más firmes defensores de la comunidad judía. Cuomo ha calificado el antisemitismo como “el tema más grave” de la campaña, mientras que Adams incluso se postula bajo la línea “EndAntisemitism”.
Ambos han criticado al asambleísta Zohran Mamdani por apoyar el movimiento BDS y por describir la ofensiva israelí en Gaza como un “genocidio”. Mamdani ha dicho que, de ser electo, invertirá más que nadie en combatir los crímenes de odio.
Cuomo acusó a Adams de limitarse a declaraciones simbólicas. Señaló que la nueva oficina contra el antisemitismo creada por Adams tiene solo una persona en plantilla, y minimizó la orden ejecutiva del alcalde como un gesto sin impacto real.
A diferencia de Adams, dijo, él actuaría con más firmeza contra actos antisemitas y aseguró que algunos incidentes en protestas universitarias deberían ser tratados como crímenes de odio.
“No se trata de política; se trata de la ley”, afirmó Cuomo.
El exgobernador destacó su historial: como gobernador, emitió una orden ejecutiva contra boicots a Israel y firmó la ley de crímenes de odio “más estricta del país”. También recibió el respaldo de influyentes grupos judíos ortodoxos de Brooklyn y Queens.
“Sí, él (Adams) ha dicho lo correcto, pero ¿qué ha hecho realmente?”, concluyó Cuomo.