Voces Latinas: Sanando el trauma migratorio en tiempos de persecución y silencio

Voces Latinas

En un clima de creciente tensión y vulnerabilidad para los inmigrantes indocumentados, la organización comunitaria Voces Latinas continúa brindando servicios esenciales a la población latina recién llegada a la ciudad. Fundada hace 22 años por Nathaly Rubio-Torio —quien aún lidera como directora ejecutiva—, la entidad se mantiene firme en su misión de apoyo y acompañamiento.

“Nuestra prioridad es responder a las barreras que enfrentan los inmigrantes nuevos: el idioma, la falta de seguro médico, el miedo al estatus migratorio y el desconocimiento de sus derechos”, señaló Rubio-Torio.

 

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La organización ha sido un pilar fundamental para miles de inmigrantes en busca de ayuda, orientación y dignidad. Foto cortesía de Nathaly Rubio-Torio.

La organización, ubicada en Jackson Heights, opera bajo un modelo de cinco pilares: salud sexual y bienestar, violencia doméstica, acceso a beneficios médicos, servicios legales de inmigración y capacitación laboral. Todos los programas son impartidos en español y están diseñados específicamente para personas recién llegadas, muchas de ellas sin papeles ni conocimientos básicos del sistema estadounidense.

Uno de sus programas más destacados es el uso de promotores de salud —trabajadores comunitarios que han vivido experiencias similares a las de sus beneficiarios—, quienes acompañan a los usuarios a citas médicas, talleres y trámites, creando lazos de confianza esenciales.

 

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La Clínica del Norte, atiende entre 40 y 50 personas cada sábado. Foto: Cortesía de Nathaly Rubio-Torio.

Rubio-Torio alertó sobre una preocupante tendencia: una baja considerable en la cantidad de personas que acuden a la organización durante la semana. “Desde que empezó la nueva administración, el miedo se ha intensificado. Muchos no se atreven a buscar ayuda por temor a consecuencias migratorias”, explicó. “Lo único que se ha mantenido estable es nuestro programa sabatino, la Clínica del Norte, donde atendemos entre 40 y 50 personas cada sábado con talleres grupales de salud mental, consultas legales y capacitación laboral.”

La organización ha tenido que adaptarse a los cambios sin depender exclusivamente del financiamiento estatal o federal. “Empezamos muchos servicios sin dinero, porque la necesidad es inmediata. Después buscamos los fondos. Pero no podemos esperar mientras nuestra comunidad sufre”, afirmó.

 

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Actividad de Voces Latinas en el Colegio Comunitario LaGuardia. Foto: Cortesía de Nathaly Rubio-Torio.

La resiliencia del equipo también ha sido clave. “La mayoría de nuestro personal viene de la comunidad. Muchos fueron usuarios de nuestros servicios. Por eso entienden lo urgente que es nuestro trabajo y están dispuestos a dar más, incluso cuando los recursos son limitados.”

Rubio-Torio también hizo un llamado a las autoridades y donantes a reconocer el rol de las organizaciones culturalmente receptivas. “Estamos dentro de la comunidad, conocemos el idioma, la cultura, los temores. Hacemos mucho con poco, pero merecemos ser tomados en cuenta desde el principio.”

Mientras los desafíos continúan, Voces Latinas se mantiene firme en su misión: atender, proteger y empoderar a una comunidad que, pese al miedo, sigue buscando un futuro más justo en esta ciudad.

Más información en www.voceslatinas.org.