El Defensor Público Jumaane Williams llegó al 26 Federal Plaza, en el bajo Manhattan, poco después de las 8 a.m., acompañado por defensores de inmigración, con la intención de acompañar a Josue Pérez, Yaneika Blanco y sus tres hijos a una cita obligatoria con ICE.
La cita del 15 de diciembre ocurrió en un momento particularmente tenso en Federal Plaza, donde cientos de inmigrantes que han acudido a citas obligatorias han sido detenidos por agentes de ICE en los últimos meses. Williams acudió para aliviar el temor de que esta familia fuera la siguiente en quedar bajo custodia migratoria.
A pesar de ser el segundo funcionario electo de mayor rango en la ciudad, solo Williams y un miembro de su equipo pudieron ingresar al edificio federal del Departamento de Seguridad Nacional. Ambos tuvieron que esperar junto a los ascensores mientras Pérez, Blanco y sus hijos se reunían con representantes de ICE.
Foto: Dean Moses
“Tenemos a esta familia que ICE citó el mes pasado y volvió a citar este mes, lo cual es inusual. Es una familia de cinco: madre, padre, tres hijos y un recién nacido, que es ciudadano estadounidense. Estábamos preocupados de que los detuvieran”, dijo Williams a nuestra publicación hermana, amNewYork.
La familia y sus acompañantes temían lo peor tras la repentina orden de presentarse ante ICE. En noviembre, amNewYork informó que, aunque las detenciones por agentes federales encapuchados han disminuido fuera de las salas judiciales de los pisos 12 y 14, los arrestos durante citas de control en el quinto piso han aumentado rápidamente. Williams conocía bien esa realidad.
Durante el último mes, se reportaron varias detenciones que involucraron a menores, incluida la de una madre y su hija de 14 años. Tanto Pérez como Blanco acudieron a la cita acompañados por un adolescente de 14 años, un niño de cuatro años y un bebé, lo que intensificó la preocupación por el bienestar de los menores.
La reverenda Amanda Hambrick Ashcraft, de la Iglesia Middle Collegiate, también se mostró preocupada por la familia e intentó ofrecer apoyo espiritual el lunes, pero las autoridades le impidieron ingresar al edificio.
“Un guardia de seguridad me gritó y me empujó hacia afuera. Le dije que soy su pastora. Nos gritaron y nos dijeron absolutamente que no, que nadie podía entrar. Ese nivel de escalamiento no lo había experimentado antes con los guardias de afuera, y eso me preocupa enormemente”, afirmó Ashcraft.
Mientras tanto, dentro del edificio y con el paso del tiempo, Williams se apresuró a completar formularios de autorización para poder obtener información sobre la familia en caso de que ocurriera lo peor y fueran detenidos. Según fuentes familiarizadas con el caso, la pareja llegó con anterioridad a Estados Unidos en busca de asilo desde Venezuela.
Cuando el pánico parecía llegar a su punto máximo, Pérez, Blanco y sus hijos salieron del edificio y abrazaron a Williams, quien también respiró aliviado. Las autoridades les permitieron salir de Federal Plaza por su cuenta, algo que muchas otras personas no logran.
Foto: Dean Moses
“Dios mío, no puedo imaginar vivir bajo estas condiciones. Es un alivio recibir buenas noticias en un momento tan difícil”, dijo Williams, visiblemente exhausto.
Para Williams, toda la experiencia demostró el control asfixiante que ICE ejerce sobre la vida de muchas familias y el nivel de ansiedad que provoca simplemente cumplir con una cita obligatoria para quienes intentan seguir la ley.
“Esto solo empeora. Espero que más personas se involucren. Veremos qué pasa en las elecciones de medio término para intentar frenar parte de este comportamiento repugnante”, concluyó.
Foto: Dean Moses
