El Servicio Secreto informó este martes que desmanteló una vasta red de dispositivos electrónicos en el área metropolitana de Nueva York, la cual representaba una amenaza inminente contra altos funcionarios del gobierno de EE.UU. y la infraestructura de telecomunicaciones de la ciudad, justo cuando se celebra la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Manhattan.
Matt McCool, agente especial a cargo de la oficina de campo en Nueva York, explicó el 23 de septiembre que la acción fue resultado de una investigación de inteligencia protectora que comenzó en la primavera, luego de múltiples amenazas relacionadas con telecomunicaciones dirigidas a altos funcionarios del gobierno.
“Fue un esfuerzo complejo y difícil identificar el origen de estas llamadas fraudulentas y el impacto en la misión de protección del Servicio Secreto”, dijo McCool.
Las autoridades aseguraron que los dispositivos recuperados ya no representan peligro para Nueva York ni la región. Los investigadores ahora buscan determinar quién estaba detrás de la red y cuál era su intención, incluso si el objetivo era atacar la reunión de la ONU o interferir con las comunicaciones de agencias gubernamentales y de emergencia.

Foto: Lloyd Mitchell
La investigación, en coordinación con agencias federales, estatales y locales, llevó a los agentes a varios sitios en el área triestatal, donde encontraron decenas de miles de dispositivos celulares interconectados. Según los agentes, el equipo tenía capacidad para ejecutar una amplia gama de ataques de telecomunicaciones.
“Estos dispositivos permitían comunicaciones anónimas y encriptadas entre posibles actores de amenaza y organizaciones criminales, lo que facilitaba que operaran sin ser detectados”, explicó McCool. “Esta red tenía el potencial de deshabilitar torres de celular y prácticamente paralizar la red móvil en Nueva York”.
El hallazgo coincidió con la llegada de líderes mundiales a Midtown Manhattan para la Asamblea General de la ONU. La alta concentración de dispositivos en un radio de 35 millas del evento, combinada con el riesgo de una interrupción masiva, motivó al Servicio Secreto a actuar con rapidez.
“Por el momento, los equipos forenses analizan el equivalente a 100,000 conjuntos de datos de teléfonos celulares. El análisis preliminar muestra comunicaciones entre actores extranjeros e individuos ya identificados por las fuerzas federales”, indicó McCool, quien aclaró que no se han anunciado arrestos y la investigación sigue abierta.
El caso cuenta con apoyo técnico de Investigaciones de Seguridad Nacional, el Departamento de Justicia, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el NYPD y otras agencias estatales y locales.
“El anuncio responde al interés público por la magnitud del equipo incautado, la concentración de dispositivos en el área de Nueva York y la presencia de líderes mundiales”, añadió McCool. “Seguiremos cada pista hasta comprender por completo la intención de la operación y dar con los responsables”.




















