Desde 1977, el Thalia Spanish Theatre ha sido una joya cultural en Queens, Nueva York: el único teatro hispano/bilingüe del condado, fundado por la visionaria Silvia Brito (QEPD). Hoy, bajo la dirección artística ejecutiva de Ángel Gil Orrios, el Thalia no solo continúa presentando producciones de altísima calidad —como Como si pasara un tren, Las mujeres lo hacemos mejor que los hombres, Fuerza Flamenca y el musical navideño Navidad en Colombia—, sino que también lidera una campaña crucial para asegurar su futuro: salvar el legendario Bliss Theater de Sunnyside.

Este teatro histórico, que pronto cumplirá 100 años, representa una oportunidad única para convertirlo en la sede permanente del Thalia y establecer, por fin, un centro cultural hispano de gran escala en Nueva York: el Thalia Hispanic Arts Center. Con el respaldo de la comunidad, más de 1,500 firmas reunidas y el impulso de una rica programación que no deja de crecer —incluyendo próximos espectáculos de tango, flamenco y nuevas obras de autores como Roberto Ramos Perea—, el Thalia está listo para dar el siguiente gran paso.
En esta entrevista, Ángel Gil Orrios nos habla sobre la evolución del Thalia, su compromiso con la diversidad cultural iberoamericana y el sueño de convertir el Bliss Theater en un faro artístico para toda la comunidad hispana de la ciudad.

El Thalia Spanish Theatre tiene una larga trayectoria como el único teatro hispano/bilingüe de Queens. ¿Cómo ha evolucionado su misión desde su fundación en 1977?
La gran diferencia es que antes solo se presentaban obras en español, principalmente de España y zarzuelas. Sin embargo, yo, que precisamente soy español, dije: no, ¿cómo va a ser? Tiene que representar a toda Iberoamérica. Empezamos a hacer nuestras producciones en ambos idiomas, de forma bilingüe, alternando las representaciones: unos días en inglés y otros en español. Hacemos seis producciones al año, de las cuales cuatro son musicales y dos, comedias o dramas.

¿Cómo nació la iniciativa de rescatar el Bliss Theater como posible sede permanente para el Thalia?
Mi idea siempre ha sido que el Teatro Thalia no sea solo un teatro, sino un centro cultural artístico. Mi proyecto comenzó con la intención de transformar nuestra organización en lo que yo llamo el Thalia Hispanic Arts Center. Inicialmente, la idea era construir sobre el terreno donde estamos desde hace 48 años, pero hace unos meses surgió la posibilidad de que el Bliss Theater —el teatro original de nuestro barrio, que va a cumplir 100 años— se convirtiera en nuestra sede.
Sería el teatro perfecto para nosotros, ideal para transformarlo en el centro cultural artístico hispano de Nueva York. Aún hoy no existe un centro cultural hispano de esa envergadura en la ciudad.

¿Cómo cree que cambiaría la presencia e impacto del Thalia si logran establecerse en el Bliss Theater?
La diferencia principal sería el tamaño, que nos permitiría combinar las artes escénicas, las artes audiovisuales, las artes plásticas y las artes en la educación. No hay que olvidar que la comunidad hispanoparlante —todo lo iberoamericano— abarca 22 países. Un espacio más grande nos permitiría, por ejemplo, organizar en verano un gran festival internacional de teatro, música y cine de nuestros países. Para lograr eso, necesitamos un espacio adecuado.
¿Qué mensaje le gustaría enviar a la comunidad, a las autoridades y al público en general que aún no se ha sumado a esta campaña?
El énfasis ahora está en conseguir apoyo gubernamental y aprovechar esta oportunidad para declarar el Bliss Theater como Landmark (edificio histórico), para evitar que sea demolido. Al mismo tiempo, buscamos el apoyo de los medios de comunicación y de la comunidad, como ya lo está haciendo nuestra gente de Sunnyside, Queens, con una petición en línea que ya cuenta con más de 1,500 firmas, disponible en nuestra página web thaliatheatre.org. No estamos pidiendo dinero, solo apoyo para hacer este sueño realidad para la comunidad hispana en Nueva York.

Usted ha estado al frente del Thalia durante muchos años. ¿Qué le motiva a seguir luchando por este espacio y por el arte hispano en Nueva York?
Generalmente, todos los artistas, todos los creadores, somos un poco quijotescos, y siendo español, me considero aún más Quijote. Lo ideal es lograr que la riqueza y gran diversidad de nuestra cultura hispánica, que proviene de 22 países, se haga presente para que otras comunidades y otros públicos la conozcan, y puedan ver más las cosas que nos unen que las que nos separan —sobre todo en momentos políticos tan duros como estos. Que podamos hacer un frente común para que se reconozca la importancia que tiene la inmigración, y en este caso, la inmigración hispana, que siempre ha formado parte de este país.
