En el mismísimo cruce del mundo, las emblemáticas letras de Cancún se plantaron entre neones y multitudes para gritarle al planeta que México está más vivo, atractivo y hospitalario que nunca. Esta es la historia de cómo un parador turístico del Caribe mexicano recorrió 5,400 kilómetros para convertirse en embajador visual en el epicentro global de la publicidad.
Las letras de Cancún aterrizaron en Times Square, ese lugar donde huele a pretzels, suena a jazz callejero y vibran las pantallas más caras del mundo. Todo estimula, todo compite por captar una mirada. Pero el pasado 5 de mayo, entre las luces de Broadway y el murmullo constante de miles de visitantes, un rincón se transformó: se llenó de mariachi, danza folclórica y colores mexicanos. Las icónicas letras gigantes de Cancún —sí, las mismas que posan junto a turistas en el Caribe— llegaron al corazón de Nueva York para quedarse unos días y, con ello, colar a México en la conversación global del turismo con una potencia visual imposible de ignorar.
La responsable de este golpe maestro de marketing callejero fue la alcaldesa de Cancún, Ana Paty Peralta, quien viajó a Manhattan para inaugurar la instalación y recordarle al mundo que su ciudad cumple 55 años rompiendo récords de visitantes. «Cancún es un destino con alma y corazón», dijo frente a cámaras, turistas curiosos y connacionales emocionados, mientras cortaba el listón junto al Cónsul adscrito de México en Nueva York, Joaquín Gerardo Pastrana Uranga, y el secretario municipal de Turismo, Juan Pablo de Zulueta Razo.
La estrategia no fue improvisada. Las letras ya habían hecho escala en Madrid, durante la Feria Internacional de Turismo en enero pasado, donde también se convirtieron en punto de selfies y símbolo de la nueva era del turismo mexicano. Su llegada a Times Square —una zona que recibe a más de 500 mil personas al día— convierte a Cancún en una postal viva en una de las vitrinas más codiciadas del planeta.
“Queremos más turistas, más empleo y más prosperidad compartida”, afirmó la alcaldesa. El mensaje no es menor. Con conexión aérea directa a más de 134 ciudades del mundo, Cancún ya no solo es una joya del Caribe: es una marca país. Solo con Nueva York mantiene 11 frecuencias diarias, una cifra que revela la intensidad del puente turístico entre ambas ciudades.
Pero más allá de los datos duros, hay un símbolo poderoso en ver esas letras multicolores entre las pantallas de Coca-Cola, Disney o Samsung. Es una declaración: México está aquí, no como un país que pide atención, sino como uno que ofrece experiencias inolvidables.
La elección del 5 de mayo como fecha no fue casual. Mientras en México la conmemoración de la Batalla de Puebla pasa casi desapercibida, en Estados Unidos se ha convertido en una celebración de la cultura mexicana y, por qué no, en una oportunidad de reafirmar la relación bilateral desde lo festivo. Ese mismo día, Peralta también participó en el evento organizado por la Cámara de Comercio México–Estados Unidos, donde líderes empresariales se reunieron para celebrar, hacer negocios y fortalecer alianzas.
«Este no es solo un acto de promoción turística, es un puente emocional y cultural», expresó la alcaldesa. Y lo fue: en el centro del asfalto neoyorquino, un mariachi tocó «Cielito Lindo», niños bailaron jarabe tapatío y muchos transeúntes —mexicanos o no— se detuvieron, curiosos, a tomar fotos, preguntar y sonreír. Porque Cancún, al fin y al cabo, no solo vende playas: vende identidad, calidez y una forma de vivir el mundo.
La iniciativa no se detendrá aquí. Según Peralta, la campaña continuará en otras ciudades icónicas del planeta. La marca Cancún, afirma, será cada vez más visible, más poderosa. Y, en estos tiempos donde la imagen lo es todo, eso puede marcar la diferencia entre ser un destino más o ser el destino.
Hoy, desde el centro mismo de una de las ciudades más exigentes del mundo, Cancún no pidió permiso. Simplemente se hizo presente. Con sus letras altas, sus colores intensos y una invitación abierta: “Estamos con los brazos abiertos para que nos visiten”.
Y si algo quedó claro este 5 de mayo, es que los viajes también se sueñan desde una foto. Y qué mejor que esa foto sea en Times Square, al lado de seis letras que dicen todo: CANCÚN. por: Nahuel Leto
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