Juan Fernando Velasco llega a los escenarios del área metropolitana de Nueva York con un espectáculo sin precedentes: JULIO ETERNO TOUR, en el que rinde homenaje al legendario ecuatoriano Julio Jaramillo (1935–1978) y lo trae de vuelta gracias a la inteligencia artificial. Los fanáticos podrán vivir esta experiencia única en New Jersey y Flushing, NY, con las siguientes fechas: 15 de octubre en el State Theatre (New Brunswick), 17 de octubre en Bergen PAC (Englewood) y 18 de octubre en el Colden Auditorium (Flushing, NY).
En este innovador show, Velasco logra aislar y restaurar la voz original de Jaramillo, proyectándola junto a una espectacular escenografía holográfica que hace posible un “dueto” entre artistas separados por décadas. El público podrá escuchar clásicos como Cinco Centavitos, Nuestro Juramento y Ódiame, mientras Velasco interpreta también sus grandes éxitos: Para que no me olvides, Chao Lola y Hoy Que No Estás, celebrando más de 30 años de carrera.

Tras el éxito rotundo en Colombia y Ecuador, JULIO ETERNO TOUR llevará la magia de la voz, el legado y la imagen de Jaramillo a más de 20 ciudades de Estados Unidos este octubre, ofreciendo un espectáculo lleno de realismo, emoción y respeto por uno de los íconos más queridos de la música latina.
No te pierdas nuestra entrevista exclusiva con Velasco, donde cuenta cómo nació la idea de este homenaje, los retos creativos y éticos de usar inteligencia artificial y cómo logró equilibrar su voz con la del inmortal Julio Jaramillo.
Más información y entradas en: www.juanfernandovelasco.com.
¿Cómo nació la idea de rendir este homenaje a Julio Jaramillo a través de duetos virtuales y qué significa para usted compartir escenario con su voz inmortal?
Pues, la verdad, esto comenzó porque conocí una herramienta novedosa que permite separar, digamos, todos los elementos de una canción: la voz, el bajo, la batería, el piano. Aplicado a canciones grabadas hace mucho tiempo, esto brinda la posibilidad de tener la voz de Julio de manera pura, separada de todos los demás instrumentos, y permite, por ejemplo, lo que hicimos con Julio Eterno: volver a grabar todos los instrumentos. Es como llevar a Julio al estudio y que pueda volver a cantar.
No sé si se entiende, pero es más o menos como servir una taza de café a alguien, agregarle azúcar, crema, un poquito de ron, y que la persona diga: “Está bien, pero quítale el azúcar”. Antes, eso era imposible; ahora, gracias a la tecnología, es posible separar cada elemento, como si hubieran sido grabados en multipista. Cuando surgió esta herramienta, pensé: “Me gustaría hacer esto con Julio, sacar su voz y traerlo de nuevo al estudio, hacer un álbum de duetos, generar un video con inteligencia artificial y eventualmente presentarlo en vivo”. Hoy en día, la tecnología incluso permite proyectar hologramas. Es decir, traer a Julio de vuelta no solo en disco y video, sino en la experiencia en vivo.


La gente tiene sentimientos encontrados con el uso de la inteligencia artificial. Sin embargo, en este espectáculo logró algo increíble: traer la voz de Jaramillo de vuelta al escenario. ¿Cómo manejó ese reto creativo y ético?
Efectivamente, es un reto creativo y ético. Primero estaba el tema de decidir hacerlo. Respecto a la ética, lo estuve pensando un par de años desde que conocí la tecnología y la herramienta, porque no sabía si era pertinente ponerme al nivel de Julio: sacar su voz de sus creaciones y grabarla en un entorno distinto. Lo pensé mucho tiempo y finalmente decidí hacerlo.
Uno de los factores determinantes fue acercarme a la familia para contarles del proyecto y pedir su autorización. Ellos recibieron la noticia con muy buen agrado y hasta me impulsaron a hacerlo. Después, lo que buscábamos era equilibrio: que las versiones musicales respetaran la interpretación de Julio, pero que al mismo tiempo tuvieran algo innovador. No se trataba de simplemente volver a grabar lo mismo, sino de hacer algo distinto con la tecnología disponible. Mantuvimos los arreglos originales, la esencia de la música tradicional de aquel momento, los requintos, etc.
En el video, intentamos presentar a un Julio creíble, en la plenitud de su juventud, siempre respetuoso y buscando el balance entre lo moderno y lo tradicional.

El espectáculo mezcla la música de Jaramillo con sus propios éxitos. ¿Cómo logró equilibrar su identidad artística con la fuerza del legado de un ícono como él?
A lo largo de mi carrera he hecho música muy diversa: canciones pop y también pasillos ecuatorianos interpretados de manera tradicional, con requinto y guitarra. Ahora se incorporan estos duetos con Julio Jaramillo.
En el show, quienes conocen mi música tendrán la oportunidad de corear y cantar canciones importantes de mis más de 30 años de carrera. También hay segmentos con pasillos ecuatorianos tradicionales y momentos donde aparece Julio gracias a la tecnología y al holograma. Es un show muy entretenido. Ya presentamos partes de este espectáculo en Ecuador y Colombia, y ahora arrancamos en Estados Unidos. Con la complicidad del público, se logra realmente la sensación de que Julio está ahí, cantando con su voz original.

Julio Jaramillo marcó generaciones enteras de ecuatorianos y latinoamericanos. ¿Qué recuerdos personales o familiares lo conectan más con su música?
Julio es un ícono en toda Latinoamérica. Mucha gente de México, Venezuela, Colombia, Perú y Puerto Rico me escribe diciendo que recién se enteran de que Julio era ecuatoriano. Para los ecuatorianos, sin embargo, es mucho más cercano; es casi parte de nuestra nacionalidad. No recordamos cuándo empezamos a escucharlo, pero sabemos que su música siempre estuvo presente y nos sabemos todas sus canciones. La conexión es tanto familiar como parte de nuestra identidad.
Más allá de este homenaje, ¿qué proyectos o nuevas etapas artísticas tiene en mente después de esta gira?
Esta gira es muy extensa. Estamos desde septiembre y ahora arrancamos en Estados Unidos con 17 o 18 fechas. Después haremos más shows en Ecuador y probablemente terminemos en Europa a finales de noviembre. Por ahora, mi atención está completamente en este proyecto, que ha sido inmenso y ha tenido una repercusión muy importante.
