Un hombre sufrió lo que parece ser una emergencia médica mientras agentes de ICE lo detenían este martes en la corte de inmigración del Bajo Manhattan. Aún no está claro qué fue lo que realmente le ocurrió.
El dramático incidente ocurrió poco después de las 10:30 a.m. en el piso 12 del edificio 26 de Federal Plaza. Como ya es común en las últimas semanas, agentes federales con el rostro cubierto estaban en los pasillos de la corte revisando documentos para identificar a personas que asistían a sus audiencias y que eran consideradas objetivos de detención.
Uno de ellos fue un inmigrante que hablaba francés. Los agentes se le acercaron justo cuando salía de su audiencia. Lo agarraron rápidamente y lo llevaron por un pasillo hasta una escalera cercana.
Cuando periodistas intentaron seguirlos, los agentes bloquearon el acceso público colocando una cuerda con postes, como las que se usan en discotecas, frente a la entrada de la escalera.
“Él necesita un intérprete de francés”, se escuchó decir a una defensora mientras los agentes se llevaban al hombre.
Segundos después, se escucharon gritos y arcadas fuertes desde la escalera.
“Parece que está vomitando”, dijo una persona presente.
“¡Necesita atención médica!”, gritó otra.
Uno de los agentes salió corriendo del lugar. Cuando la puerta se abrió, el hombre estaba tirado en el suelo, esposado. Parecía estar inconsciente.
Varios minutos después, una docena más de agentes con máscaras bajaron por el pasillo y entraron rápidamente a la escalera, cerrando la puerta de golpe. Hasta ahora, no se sabe en qué condición está el inmigrante detenido.
Nuestra publicación hermana, amNewYork, contactó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que supervisa a ICE, para pedir información sobre el caso, pero todavía no han respondido.
A pesar del impacto del incidente, ICE continuó deteniendo a más personas dentro del edificio, mientras cumplían con sus audiencias obligatorias. Minutos después, otro inmigrante fue arrestado y también llevado a la misma escalera.
Lo ocurrido pasó el mismo día en que la fiscal general del estado, Letitia James, anunció que se unió a otros 20 fiscales generales para pedir al Congreso que prohíba el uso de máscaras por parte de agentes federales de inmigración, ya que impiden saber quiénes son.
“Están secuestrando personas amparados en el anonimato”, dijo James durante una manifestación. “Tenemos un gobierno cruel que está tratando de convertir este país en una dictadura, concentrando el poder en las manos de un presidente peligroso y enfermo”.
