Un jurado federal en Brooklyn, Nueva York, emitió veredictos de culpabilidad por los asesinatos cometidos en Long Island y en Queens, contra los líderes nacionales de la MS-13, los pandilleros Edenilson Velasquez Larin, también conocido como “Agresor”, “Saturno”, “Tiny” y “Paco”; Hugo Diaz Amaya, también conocido como “21”; el líder de la clica Fulton Locos Salvatruchas (Fulton), Jose Espinoza Sanchez, también conocido como “Cable”, “Bleca” y “Fantasma”; y el miembro de Fulton, Jose Arevalao Iraheta, también conocido como “Splinter”, “Inesperado” y “Daniel”.
Estos «mareros» fueron declarados culpables de los brutales asesinatos de Kenny Reyes en Uniondale, Long Island, en mayo de 2016; de Victor Alvarenga en Flushing, Queens, en noviembre de 2018; de Eric Monge en College Point, Queens, en septiembre de 2020; y de Oswaldo Gutierrez Medrano Jericho, Long Island, en febrero de 2022.
El veredicto se produjo tras un juicio de 10 semanas ante la jueza de distrito de Estados Unidos, LaShann DeArcy Hall. Al ser sentenciados, cada uno de los acusados se enfrenta a una pena obligatoria de cadena perpetua.
En concreto, Velásquez Larin fue declarado culpable de conspiración para delinquir, conspiración para distribuir y poseer con intención de distribuir cocaína y marihuana, asesinato en el marco de una organización criminal en relación con el ataque mortal con machete contra Kenny Reyes, de 18 años.
Asimismo, por los cargos de empresa criminal continuada, asesinato en el marco de una organización criminal en relación la muerte a tiros de Victor Alvarenga, de 20 años, intento de asesinato en relación con el tiroteo contra una persona identificada como John Doe 1, asesinato en relación con la muerte a tiros de Eric Monge, de 25 años, conspiración para el lavado de dinero, intento de asesinato en relación con el tiroteo contra una persona identificada como John Doe 2, y asesinato relacionado con el ataque mortal con machete contra Oswaldo Gutiérrez Medrano, de 20 años, así como otros cargos de conspiración y delitos con armas de fuego.
Por su parte, Díaz Amaya fue declarado culpable de conspiración para delinquir, asesinato y conspiración para cometer asesinato en el marco de una organización criminal en relación con el ataque mortal con machete contra Gutiérrez Medrano.
A su vez, Espinoza Sánchez fue declarado culpable de conspiración para delinquir, conspiración para distribuir y poseer con intención de distribuir cocaína y marihuana, asesinato en relación con el ataque mortal con machete contra Reyes, asesinato en relación con la muerte a tiros de Alvarenga, intento de asesinato en relación con el tiroteo contra John Doe 1, y asesinato en relación con la muerte a tiros de Monge, conspiración para el lavado de dinero y delitos con armas de fuego.
En tanto, Arévalo Iraheta fue declarado culpable de conspiración para delinquir, conspiración para distribuir y poseer con intención de distribuir cocaína y marihuana, intento de asesinato en el marco de una organización criminal en relación con el tiroteo contra John Doe 1, y de causar la muerte de Monge mediante el uso de un arma de fuego, posesión de arma y asesinato relacionado con el ataque mortal con machete contra Gutiérrez Medrano, y delitos con armas de fuego.
El veredicto fue anunciado por Joseph Nocella, Jr., Fiscal Federal del Distrito Este de Nueva York, Christopher G. Raia, Subdirector a cargo de la Oficina del FBI en Nueva York, Ricky J. Patel, Agente Especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional en Nueva York (HSI Nueva York), y Jessica S. Tisch, Comisionada del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD).
«Con el veredicto, cuatro miembros extremadamente peligrosos de la MS-13 han sido llevados ante la justicia por delitos de crimen organizado, incluyendo asesinato, y ahora, merecidamente, se enfrentan a cadenas perpetuas obligatorias», Nocella.
«Dos de los acusados eran líderes nacionales de la MS-13 responsables de autorizar asesinatos en nombre de la pandilla en todo el país, y cada uno de ellos participó en asesinatos atroces, incluyendo algunos en los que las víctimas fueron descuartizadas y desmembradas».
Nocella agradeció al Departamento de Policía del condado de Nassau y al Departamento de Policía del condado de Suffolk por su labor de investigación.
Como se demostró en el juicio, la MS-13 es una pandilla callejera violenta que opera a través de «clicas» o capítulos en Queens, Long Island y comunidades de todo Estados Unidos, así como en El Salvador, Honduras y otros países de América y Europa.
La pandilla obtiene dinero principalmente a través del narcotráfico y la extorsión, y es conocida por sus brutales asesinatos de supuestos rivales y miembros y asociados de la pandilla que han violado sus reglas.
La MS-13 ha sido responsable de docenas de asesinatos solo en el Distrito Este de Nueva York.

















