La Central Park Conservancy está buscando anfitriones bilingües “proficientes en español” para dar la bienvenida a los visitantes hispanohablantes en el parque.
La Conservancy explicó que la selección del personal de bienvenida es “muy competitiva,” pero que este año ha agregado un nuevo requisito: contratar solo personas que hablen español.
“Estamos tratando de enfocarnos en esta habilidad que falta en nuestra población,” dijo reciente-mente Serena Candiani, gerente de participación voluntaria de la Conservancy, a los posibles vo-luntarios.
La Conservancy señaló que los anfitriones “sirven como un recurso conocedor y una cara amiga-ble que da la bienvenida a millones de visitantes anuales.”
Este año, además, quiere asegurarse de que sus voluntarios puedan saludar a los hispanohablantes, en particular, en su idioma. Actualmente, la Conservancy cuenta con unos 125 anfitriones.
Los aspirantes a anfitriones son entrevistados por el equipo de Servicios Voluntarios antes de asistir a cuatro clases de 90 minutos y cuatro sesiones de mentoría de dos horas con un anfitrión experimentado.
Los anfitriones también pasan por un proceso de selección, revisiones de antecedentes, deben estar en condiciones físicas para caminar sobre distintos tipos de terreno y tener buen sentido de la orien-tación. “Les estás señalando lugares que quieren visitar,” comentó Candiani sobre los visitantes.
Necesitan una “actitud positiva” ya que están en contacto con el público, y reciben capacitación para desarrollar un amplio conocimiento sobre las características del parque.
“Es un proceso intenso,” añadió Candiani. “Los anfitriones no son supervisados directamente por nuestro personal. Deben tener mucho conocimiento y pasar por una selección rigurosa.”
La Conservancy asigna anfitriones para turnos de dos a tres horas entre las 10 a.m. y las 7 p.m. Los anfitriones se comprometen a hacer un turno semanal de dos o tres horas.
La Conservancy utiliza un ejército pequeño de voluntarios, además de su personal y compañías externas contratadas. El año pasado, unos 4,000 voluntarios trabajaron en el parque.
Este pequeño ejército de voluntarios incluye personas que participan una vez en días familiares y en días comunitarios de voluntariado.
“Hay mucha buena voluntad en el Día de Voluntariado Familiar,” dijo James Mohn, gerente de programas voluntarios de la Conservancy. “Es una oportunidad para que los niños se ensucien las manos. El Día de Voluntariado Juvenil también tiene un gran impacto.”
El Día de Voluntariado Comunitario, que se implementó hace tres años y se realiza dos sábados al mes de 10 a.m. a mediodía, permite a los voluntarios “trabajar en todo tipo de proyectos en el par-que,” explicó Mohn.
Los voluntarios en ese día hacen trabajos como el mantenimiento de los bordes de los senderos de adoquines. “No usamos herbicidas para mantenerlos libres de malezas,” dijo Mohn. “Este grupo se encarga de ese problema.”
También hay voluntarios con horarios flexibles, incluidos equipos de temporada, el Equipo Verde de los sábados y el Equipo de Limpieza.
Además, la Conservancy ofrece oportunidades para “voluntarios comprometidos,” personas dis-puestas a trabajar turnos semanales, como anfitriones y quienes ayudan con el manejo del paisaje.
“Tratamos de acomodar a las personas cerca de sus vecindarios,” dijo Mohn, “pero realmente tenemos que ajustarnos a las necesidades del parque.”
La Central Park Conservancy supervisa, administra y mantiene Central Park a través de su perso-nal, contratos y voluntarios.
“En los años 60 y 70, la economía en Nueva York se estaba deteriorando,” explicó Mohn a los futuros voluntarios. “Los ingresos eran insuficientes. Debido a esos problemas financieros, un gru-po de ciudadanos se movilizó y formó la Central Park Conservancy.”
Como organización privada sin fines de lucro, la Conservancy recauda fondos, gestiona proyectos de capital y supervisa todos los aspectos del cuidado diario del parque.
“Nuestra misión es darle vida al propósito principal de Central Park, mantenerlo como un refugio de las presiones de la vida urbana,” dijo Mohn.
Los voluntarios son una parte clave en los esfuerzos de la Conservancy para preservar el parque, propiedad de la ciudad de Nueva York, desde pintar bancas hasta limpiar y mantenerlo hermoso.
“El parque lo agradece. La ciudad lo agradece,” dijo Madi Chassin, coordinadora de servicios voluntarios de la Conservancy. “El parque nunca se vería como se ve sin sus voluntarios.”