El alcalde demócrata Eric Adams ha pasado la mayor parte del año cultivando una relación amistosa con el presidente republicano Donald Trump.
Esta alianza probablemente ayudó a Adams a evitar cargos penales por corrupción a principios de este año, pero también se ha convertido en una carga para su campaña de reelección en una ciudad mayoritariamente demócrata donde Trump sigue siendo profundamente impopular.
Sin embargo, la reciente decisión del Departamento de Justicia de Trump de demandar a la ciudad —y al propio Adams— por sus leyes de “ciudad santuario”, junto con la solicitud del alcalde de que el gobierno federal investigue las condiciones dentro de un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el 26 de Federal Plaza, parecen indicar un deterioro en su relación.
Marcar distancia con Trump podría beneficiar a Adams en su cuesta arriba batalla por la reelección frente al nominado demócrata Zohran Mamdani, un asambleísta de Queens y socialista democrático. Mamdani, junto a otros oponentes de Adams, ha criticado duramente al alcalde por negarse a cuestionar a Trump o sus políticas, al tiempo que colabora con su administración federal en la represión migratoria.
“Adams está intentando distanciarse de Trump al pedir una investigación sobre las condiciones en Federal Plaza, mientras Trump demanda a la ciudad por las leyes de santuario”, dijo el estratega político Ken Frydman. “Eso debería ayudar a Adams el día de las elecciones”.
Hank Sheinkopf, otro veterano consultor demócrata, coincidió con Frydman.
“Trump tiene una desaprobación de más del 85% en la ciudad de Nueva York, cualquier cosa que aleje a Adams de Trump lo ayuda”, dijo Sheinkopf. “Adams ha tomado la decisión consciente de alejarse de él, eso está claro. ¿Es algo que le agrade al presidente? Probablemente no”.
Adams, quien se postula como independiente, enfrenta una contienda que también incluye al exgobernador Andrew Cuomo, al republicano Curtis Sliwa y al abogado Jim Walden. Cuomo y Walden también se postulan como independientes.

Al Drago/Pool vía REUTERS.
Cómo aumentaron las tensiones entre Adams y Trump
El alcalde entró en el punto de mira de la administración Trump la semana pasada, cuando el Departamento de Justicia presentó una demanda amplia contra él y la ciudad, buscando anular sus leyes de santuario. En la demanda, los abogados del DOJ alegan que las leyes de santuario de Nueva York son inconstitucionales y están “diseñadas para obstaculizar” la aplicación de las leyes migratorias federales.
La acción legal se produjo después de que un agente de Aduanas y Protección Fronteriza fuera baleado —supuestamente por dos migrantes indocumentados con antecedentes penales— el 19 de julio, según la policía.
Adams respondió asegurando que esto no era nuevo, ya que su administración ha estado combatiendo agresivamente a la de Trump en los tribunales. Señaló una demanda presentada por la ciudad para recuperar $80 millones en fondos para migrantes que el gobierno federal había retenido a principios de año. Ha defendido partes de las leyes de santuario, aunque también ha criticado algunos aspectos que, según él, limitan su capacidad de colaborar con el gobierno federal en investigaciones criminales.
“La narrativa es que simplemente nos rendimos”, dijo Adams en una entrevista el viernes con Fox5.
El alcalde añadió que, si bien reconoce a Trump en los temas donde están de acuerdo, “en aquellos donde no estamos de acuerdo, vamos a luchar en nombre de la ciudad de Nueva York, como en el caso del recorte de los $80 millones. Mucha gente quiere decir que sin importar lo que pase, el alcalde está haciendo tal o cual cosa. Eso no es cierto”.
Aun así, esta demanda representa la acción más agresiva que Trump ha tomado contra Adams hasta la fecha, tras meses de aparentar no atacar a Nueva York con la misma fuerza que a otras ciudades demócratas, como Los Ángeles. En esa ciudad, Trump envió a la Guardia Nacional y a los Marines pese a la oposición del gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa Karen Bass, para reprimir protestas contra las detenciones del ICE, algo que no ha hecho en Nueva York.
Un día antes de la demanda del DOJ, la oficina de Adams envió una carta a la Administración de Servicios Generales de EE.UU., que es propietaria del 26 de Federal Plaza, solicitando una inspección del área de detención del ICE en el décimo piso del edificio. La carta se envió tras la publicación de un video que mostraba a hombres migrantes retenidos en condiciones hacinadas y potencialmente peligrosas.

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¿Demasiado tarde para cambiar?
Sin embargo, un estratega demócrata —que pidió mantenerse en el anonimato para hablar con mayor libertad— dijo que, aunque Adams podría usar estos dos episodios para marcar distancia con Trump, probablemente ya es demasiado tarde para que esa estrategia funcione con los votantes.
“Puedo imaginar un escenario en el que Adams intente convertir esto en su momento para recuperar el apoyo de los demócratas y demostrar que es un buen demócrata”, dijo el estratega. “Pero los votantes demócratas simplemente ya no confían en él. Por más que intente enviar el mensaje de ‘Trump me está atacando’ o ‘me estoy enfrentando a Trump’, ya perdió toda credibilidad en eso”.
Adams comenzó a acercarse a Trump durante las elecciones presidenciales del año pasado, especialmente después de que fuera acusado de corrupción federal. El alcalde prometió entonces “trabajar, no pelear” con Trump, se reunió con él en privado en su campo de golf en Palm Beach poco antes de asumir el cargo, y viajó a Washington, D.C., a última hora para asistir a su toma de posesión.
Trump ha sido bastante elogioso con Adams, incluso describiéndolo como “una muy buena persona” a principios de este mes.
La relación pareció dar frutos para Adams cuando el Departamento de Justicia de Trump presentó una moción para desestimar su caso penal en febrero, la cual fue aceptada por un juez federal en abril. Muchos han alegado que Adams intercambió su cooperación con la represión migratoria de Trump a cambio de que se desestimaran los cargos, acusaciones que él niega.
El estratega demócrata señaló que los escándalos de corrupción de Adams y todo ese historial hacen muy difícil que vuelva a ganarse la confianza de los votantes demócratas.
“Es un patrón de falta de credibilidad; ya no queda confianza entre los votantes demócratas de las primarias en la ciudad”, afirmó. “No hay nada que pueda hacer para cambiar eso”.