El tema migratorio fue el ‘esqueleto en el armario’ del primer discurso del Estado de la Unión del presidente Donald Trump. Si bien, al presidente le tomó casi una hora tocar el tema de inmigración, una vez que llegó el momento, sus planteamientos fueron directos al grano.
Entre aplausos, Trump explicó los cuatro “pilares” de su plan migratorio -que de llevarse a cabo, ofrecería un camino a la ciudadanía a miles de jóvenes Dreamers. No obstante, Trump es Trump, y supo manejar sus mensajes con perfección maestra.
Mientras por un lado hablaba de ayudar a los Soñadores, por otro, hábilmente supo vincular a los pandilleros en Nueva York con los jóvenes indocumentados – y así empujar una reforma migratoria más severa.
Para probar su punto, el presidente utilizo la tragedia de las adolescentes Kayla Cuevas y Nisa Mickens, asesinadas por pandilleros de la MS-13 en Long Island en 2016, para defender su política de mano dura contra la inmigración, asegurando que los “agujeros” en la ley estadounidense, han permitido a pandilleros y otros “criminales” infiltrarse en el país.
Sin embargo, en ningún momento mencionó las muertes masivas por armas de fuego que se han suscitado durante su año en el poder.
A pesar de que el primer pilar abre la puerta a un camino a la ciudadanía para 1.8 millones de inmigrantes “ilegales” que fueron traídos por sus padres cuando eran pequeños; el segundo pilar, de asegurar un presupuesto multimillonario para un muro en la frontera, puede ser un acuerdo difícil de lograr.
En este contexto, los demócratas tendrán que decidir si vale la pena pagar un precio tan alto para regularizar a los “Dreamers’.
El tercer pilar ataca la lotería de visas, un programa que según Trump, “regala tarjetas de residencia sin tomar en cuenta ningún mérito, ninguna habilidad ni la seguridad de nuestra gente”. Falso.
De acuerdo a los requisitos del Departamento de Estado, cada solicitante es entrevistado personalmente por un funcionario consular, para asegurar que no exista historial criminal y no represente una amenaza a la seguridad.
Asimismo, la lotería de visas toma en cuenta las destrezas de la persona que la solicita. Por último, el cuarto pilar propuesto por el presidente, busca acabar con la ‘migración en cadena’, -práctica que permite a un inmigrante con tarjeta verde patrocinar a otros miembros de su familia.
De acuerdo al presidente, esto beneficia a criminales, terroristas y personas “verdaderamente malvadas” que quieren venir a Estados Unidos.
Sin embargo, los defensores de la reunificación familiar como el Consejo de Inmigración Estadounidense (AIC, por sus siglas en inglés) aseguran que “la inmigración basada en los vínculos familiares tiene un impacto positivo en el desarrollo de negocios y en el mejoramiento de las comunidades”.
En ese sentido, la AIC afirma que quienes han ingresado con visa de reunificación familiar como hermanos de ciudadanos estadounidenses registran una elevada tasa de autoempleo y un aumento de sus ingresos más alto que el del resto de los inmigrantes por vínculos familiares.
Asimismo, de acuerdo a la ley, cualquier persona que solicite la residencia debe sometersea un proceso de verificación y confirmar que son económicamente independientes.
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