Olas de frío ponen a prueba la resiliencia de los habitantes de las viviendas públicas del Bronx

El vórtice polar que azotó el noreste el pasado fin de semana provocó dos días de temperaturas que alcanzaron un solo dígito y provocaron un frío intenso en toda la ciudad de Nueva York, poniendo a prueba los límites de su obsoleta infraestructura de vivienda pública.

El invierno pasado, los residentes de las Fort Independence Houses de la Autoridad de la Vivienda de la Ciudad de Nueva York (NYCHA), ubicadas en Kingsbridge Heights, en el 3340 de la avenida Bailey, advirtieron que la falta de calefacción dejó a muchos de los niños y ancianos del edificio viviendo condiciones inhumanas desde octubre de 2021. La situación no ha cambiado significativamente después de más de un año. 

Después de que las temperaturas bajarán a los 4 grados el sábado 4 de febrero, Emily Ayala, de 19 años, tuvo que reaccionar alrededor de las 3 de la madrugada del domingo cuando una fuga causada por una caldera –que el Departamento de Edificación de la ciudad de Nueva York señaló como defectuosa el 29 de enero– provocó una inundación de agua y de vapor caliente en su apartamento del tercer piso, lo que la llevó a ella y a su hermana menor a desalojar su apartamento en plena madrugada.

Ayala, junto con su hermana, tuvieron que atravesar el agua ardiente, el olor a gas y el vapor antes de que su madre y los agentes del FDNY llegaran minutos más tarde. Ayala sufrió heridas leves en el tobillo, pero se alegra de haber evitado un desenlace fatal, nada extraño en una vivienda pública históricamente neglecta.

La familia pudo volver a su casa el lunes y el servicio de calefacción interrumpido se restableció antes del martes por la mañana.

«En invierno, la situación es un poco extraña a veces. Tenemos calefacción y a veces no, y por lo general cuando no tenemos calefacción, hace mucho frío en el interior. Probablemente hace más frío aquí que afuera», contó Ayala al Bronx Times. «He vivido aquí desde que tenía nueve años. Todavía falta la mayor parte del techo, así que si no es una cosa lo que hay que reparar, es otra».

Según un portavoz de la NYCHA, la fuga en el apartamento del tercer piso se produjo por la rotura de una tubería de calefacción en el zócalo del apartamento, lo que provocó la congelación de la tubería debido a las bajas temperaturas del fin de semana.

Cuando el Bronx Times les preguntó por la caldera defectuosa, los funcionarios de la NYCHA apuntaron al envejecimiento de las infraestructuras y a la desinversión federal en vivienda pública. Según un informe de la NYCHA, 175 de sus 302 complejos residenciales tienen 50 años o más, incluidos 36 complejos que cuentan con 70 años o más.

El Bronx es el condado más frío de la ciudad, con 42.050 reclamos por calefacción a lo largo de 2022, según un estudio anual de RentHop, una plataforma web de búsqueda de apartamentos. El 80% de los 20 barrios más fríos de la ciudad de Nueva York residen en El Bronx, y las quejas por la calefacción y el agua caliente en todos los distritos aumentaron un 24% desde el 1 de octubre de 2022 hasta el 10 de enero.

Los residentes de viviendas públicas de Nueva York también experimentaron un aumento del 25% en los cortes de calefacción y agua caliente, ya que el NYCHA experimentó 3.605 cortes de servicios públicos durante la última temporada de uso de la calefacción, desde principios de octubre de 2021 hasta finales de mayo de 2022.

Jessica Sosa, la madre de Ayala, señaló que es más que la desinversión federal lo que está haciendo que los inviernos sean insoportables en las viviendas públicas. En su opinión, se trata de la falta de seguimiento por parte de la NYCHA y sus administradores de edificios para abordar los problemas de mantenimiento, un círculo vicioso en el que las reparaciones de infraestructuras deterioradas y envejecidas, según los residentes, quedan en un estado de limbo que puede durar meses o años. 

Según THE CITY, los residentes de NYCHA tardaron un promedio de 49 días en recibir o resolver sus solicitudes de reparación. Sin embargo, algunos inquilinos de Fort Independence tienen que esperar hasta el verano para las solicitudes de reparación que hicieron antes del nuevo año. 

«Afortunadamente, nadie resultó herido de gravedad, y el peor de los desenlaces no llegó a producirse», dijo Sosa, quien afirmó que las inundaciones provocadas por el incidente dañaron gran parte de sus muebles. «Pero no debería hacer falta una tragedia para que el NYCHA hiciera las reparaciones necesarias… para asegurarnos de que nuestra calefacción funcione durante los meses más fríos. …Sólo porque vivamos en una vivienda pública no significa que merezcamos padecer esto». 

A lo largo de los 21 pisos de altura y los 10 apartamentos de ancho de Fort Independence, los inquilinos se sienten frustrados por la falta de medidas preventivas por parte de la NYCHA y sus arrendadores para proteger a los residentes de los efectos nocivos de un edificio deteriorado, incluidos ascensores defectuosos que han lesionado y atrapado a residentes en los últimos años.

Chasmee Malave, que vive en el edificio desde hace 24 años, ha tenido que ser creativa para solucionar una fuga de agua en su casa que ha provocado que los suelos y las baldosas se rompan desde Acción de Gracias. Al no haber cita para las reparaciones hasta agosto, como lo más próximo, Malave ha tenido que recurrir a protectores de cama absorbentes desechables para detener el flujo de agua.

Al igual que Malave, algunos residentes tienen manchas de agua en las paredes y en las repisas de las ventanas. Su decoración está empapelada de cartas y avisos de la NYCHA que indican la presencia de plomo, moho y agua en los espacios habitados, pero rara vez se concretan o se llevan a cabo medidas como inspecciones o reparaciones.

«Me han dicho que no pueden hacer obras hasta el 7 de agosto. Hoy tenían que venir a checar, pero me han llamado y me han dicho que vendrán el miércoles que viene porque no pudieron venir (el lunes)», explica Malave. 

En una audiencia realizada en diciembre sobre la preparación de la NYCHA del «sistema de calefacción» de invierno, los funcionarios de la NYCHA afirmaron haber realizado progresos en sus esfuerzos por arreglar y sustituir la obsoleta infraestructura de calefacción de las viviendas, así como por reducir el tiempo promedio de los cortes de calefacción e impulsar nuevas innovaciones en la calefacción de los apartamentos.

NYCHA registró un aumento en el tiempo promedio para arreglar un corte de calefacción de 7,3 horas en 2020-2021 a 8,3 horas en 2021-2022, según el Informe de Gestión del Alcalde de octubre.

La autoridad de vivienda supervisará el progreso de las unidades de aire caliente con bomba, que se instalarán en las viviendas de Woodside en algún momento de este año, con el objetivo a largo plazo de sustituir sus sistemas de caldera y red de distribución.

— Camille Botello y Karmina Fonseca contribuyeron a este informe.